Viernes 18 de mayo de 2012, p. 34
Madrid, 17 de mayo. El temor a que Grecia salga de la zona euro y las señales financieras preocupantes que envía España, cuyo gobierno trata de evitar un plan de rescate internacional, provocaron este jueves nerviosismo en los mercados e incertidumbre en la unión monetaria, que derivó en la rebaja de la agencia Fitch a la calificación griega y de Moody’s a bancos españoles.
Las señales más preocupantes proceden de España, que oficialmente confirmó su entrada en recesión al contraerse 0.3 por ciento el producto interno bruto (PIB) entre enero y marzo, tras una caída idéntica en el trimestre anterior. A eso se suma la situación del sistema bancario de la cuarta economía de la zona euro, que genera las mayores dudas en los inversores por su exposición a los activos dudosos en el sector inmobiliario.
Los costos de financiamiento de España se dispararon. La prima de riesgo –diferencial que paga con respecto al bono de referencia alemán a 10 años– se situó en 490 puntos, tras caer la víspera a 480 desde el pico de 507 registrado durante la jornada.
Eso hace que el rendimiento del bono a 10 años se coloque en 6.338 por ciento, en contraste con 1.434 por ciento que paga el alemán, lo que a largo plazo hace insostenible el pago de la deuda. Cuando se autorizó el primer plan de rescate para Grecia el interés que pagaba llegó a 7 por ciento.
La agencia Fitch recortó la calificación crediticia de Grecia a CCC de B-, debido al creciente riesgo de que el país abandonar la zona euro, toda vez que las drásticas medidas de austeridad impuestas por los acreedores internacionales mantienen sin gobierno a la nación helénica.
Crecimiento y rigor presupuestario
Los dirigentes francés, alemán, italiano y británico, así como los de la Unión Europea, consideraron que el restablecimiento presupuestario y el crecimiento van juntos, durante una videoconferencia este jueves para preparar el encuentro del G-8 (de las principales economías mundiales).
En la plática se señaló que la consolidación presupuestaria y el crecimiento no son contrarios, sino que uno y otro son necesarios
, dijo un portavoz de la cancillería alemana.
En la videoconferencia participaron la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; el presidente francés, Francois Hollande, y el jefe de gobierno italiano, Mario Monti, así como los presidentes de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.