Miércoles 20 de junio de 2012, p. 39
Surutato, Sin., 19 de junio. Para llegar a Surutato desde la capital del estado, uno toma a la izquierda cuando el camino se bifurca en la ciudad de Badiraguato, cabecera municipal. Todavía restan 70 kilómetros, 24 de terracería, si se quiere llegar hasta los desplazados. El padrón inicial de expulsados por la violencia en Sinaloa era de mil 200 familias, sobre todo en el municipio de Sinaloa. Recientemente, Juan Ernesto Millán, secretario de Desarrollo Social y Humano, informó que la cifra podría llegar a 3 mil familias. El fenómeno afecta al menos 10 de los 18 municipios del estado.
Omar Gilberto Ortiz, síndico de Surutato –en lo alto de la Sierra Madre Occidental y a 150 kilómetros de Culiacán–, informó que se ayuda a la población desplazada con despensas y la Secretaría de Desarrollo Social y Humano impulsa la construcción de pies de casa y 36 invernaderos para la siembra de pimiento miniatura, hortaliza de exportación.
Nosotros les hemos ayudado con despensas y los invernaderos van a generar 150 o 200 empleos, pero primero vamos a colocar a los que son de aquí y luego a los desplazados
, señaló.
–Pero eso es discriminación.
–No, claro que no. Nada de eso. El gobierno federal va a colocar a otros, unos 120, con programas de empleo temporal. Además, la construcción de los invernaderos le da chamba a unos 40 y les pagan 200 pesos diarios.
El funcionario municipal señaló que en Surutato viven cerca de mil 300 personas, a las que se suman alrededor de 300 desplazados. Eso, advierte, ha generado una enorme presión en este lugar, porque no hay agua suficiente. Todo el año pasado hizo mucho frío, pero no llovió. Ahora hay un calor de poco más de 35 grados centígrados, sigue sin llover y el agua, incluso de los pozos y norias, se evaporó.