Madrid, 13 de julio. Los bancos españoles, que tienen casi cerradas por completo las puertas de los mercados internacionales, incrementaron en junio su dependencia de los préstamos del Banco Central Europeo (BCE) a un récord en la era de la zona euro.

Las entidades pidieron préstamos al BCE por 365 mil millones de euros (unos 456 mil millones de dólares), frente a 324 mil millones de mayo, según datos divulgados este viernes por el Banco de España. La cifra es el volumen más alto de esta serie estadística que se inició en 1999.

En términos netos, descontados los depósitos hechos al BCE, la deuda de los bancos españoles alcanzó en junio 337 mil 206 millones de euros, cantidad 17.2 por ciento superior a la de mayo, a causa de las recientes inyecciones de liquidez del banco central en el sector.

Según analistas, las cifras muestran que los bancos españoles no pueden obtener en los mercados mayoristas e interbancarios la liquidez que necesitan, por lo que recurren al BCE.

El volumen de esta deuda ha batido récords desde febrero. En julio de 2010, la deuda de los bancos españoles con el BCE alcanzó 131 mil 900 millones de euros y luego empezó a bajar, hasta 42 mil 230 millones en abril de 2011. Pero a partir de julio del año pasado volvió a subir.

Entre abril y mayo de este año aumentó 9.2 por ciento y otro 17.2 entre mayo y junio.

El mes pasado, España acordó un rescate hasta de cien mil millones de euros para su sector bancario, hecho que ha disparado la dependencia de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo.

El incremento de la deuda de la banca española es consecuencia de las recientes inyecciones de liquidez del BCE al sector financiero en la zona euro.

En diciembre y febrero, el BCE prestó dinero a tres años a los bancos europeos con una tasa de interés reducida. En la primera operación más de 500 bancos pidieron 489 mil millones de euros y en la segunda unas 800 entidades pidieron 530 mil millones.

Esta inyección de liquidez tiene por objetivo ayudar a los bancos con dificultades para financiarse en los mercados, sobre todo los españoles, que recibirán una primera ayuda al sector de 30 mil millones de euros antes del final de julio.