Cinco horas después de la difusión de las nuevas acusaciones hechas por el candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, por presunto lavado de dinero en la campaña presidencial del PRI, este organismo político emitió un comunicado en el cual, además de rechazar la denuncia, condena el uso sistemático de la mentira por el tabasqueño.

El partido que postuló a Enrique Peña Nieto consideró además que las denuncias de López Obrador son parte de su estrategia política; en particular rechaza, por inadmisibles, las acusaciones de lavado de dinero, que constituyen una abierta difamación.

Originalmente, la oficina de comunicación social del PRI convocó a conferencia de prensa; sin embargo, ésta se canceló y sólo emitió un boletín.

En el documento se indica: el PRI sostiene que dicha acusación (sobre lavado de dinero) se suma a la serie de denuncias falsas que el señor López Obrador presentó a lo largo de la campaña presidencial y después de la jornada electoral del primero de julio, y que han fracasado por carecer de sustento. Esta práctica evidencia un método del señor López Obrador y su movimiento, que apuestan al desgaste de las instituciones encargadas del proceso electoral.

Justamente cuando transcurría la conferencia de prensa de López Obrador, los priístas encargados de salir al paso de los señalamientos contra Enrique Peña se reunieron a puerta cerrada y difundieron la cita para la conferencia de prensa que al final fue cancelada.

En su comunicado de horas después, el PRI responde: ante el hecho de que cada acusación o demanda emitida ha sido esclarecida y abatida por su propia debilidad, queda claro que el señor López Obrador y su equipo van de mentira en mentira. Bajo esta lógica, demandó el conteo voto por voto, y cuando éste se verificó y confirmó el resultado, cambió su argumento a la compra masiva de sufragios, que tampoco pudo sostener y ahora lanza otra acusación inverosímil de lavado de dinero.

Con esto último, subraya, sólo logra escalar la irracionalidad de sus argumentos, mediante los cuales busca mantenerse vigente ante la opinión pública e impedir la renovación generacional en el liderazgo de las izquierdas.

Finaliza el escrito con la reiteración de su total disposición para continuar aportando la información y las pruebas requeridas por las autoridades electorales, a fin de acreditar que el origen y el destino de todos los recursos de la campaña presidencial fueron lícitos, que el partido se ajustó estrictamente a los topes de campaña y que el gasto de los recursos se llevó a cabo conforme al marco legal.