El empresario Carlos Slim descartó que México vaya a entrar en crisis política como resultado de las recientes elecciones. Aseguró que desde hace muchos años existe una democracia muy participativa, con clara intervención de los ciudadanos en los comicios y con instituciones que resuelven las diferencias entre partidos.

Durante los trabajos de la 18 reunión plenaria del Círculo de Montevideo, que se celebró en la ciudad de México y de la que Slim fue anfitrión, éste se refirió a la crisis europea, la cual, dijo, es producto de los excesos en que incurrieron los gobiernos, que gastaron más de lo recibido.

En América Latina la situación es diferente, apuntó, ya que hay estabilidad y oportunidades para mirar a la sociedad del conocimiento de forma dirigida; de no ser así, el mundo tendrá crisis más severas que la actual, y no sólo de tipo económico.

Advirtió que uno de los mayores riesgos, si no se toman las medidas adecuadas, es la falta de empleo para los jóvenes, quienes han perdido la esperanza y son un bono demográfico que se debe atender con el fin de que no se conviertan en un pasivo.

Al referirse a la situación política, Slim descartó que México vaya a entrar en una crisis política, porque lo que hemos tenido desde hace muchos años es una democracia muy participativa en la que ha habido una clara manifestación de los ciudadanos para votar, para asistir a las elecciones, que han sido notablemente competitivas, notablemente participativas, y en donde hay instituciones que al final del día son las que acaban resolviendo las diferencias que puede haber de los partidos en general.

Agregó que los proyectos y las inversiones que realizan sus empresas no tienen que ver con tiempos electorales ni gobiernos, ya que son hechos con visión de largo plazo, que van a continuar sin importar la filiación política de quienes ocupen cargos en los tres niveles de gobierno.

Crisis y oportunidades

Como parte de las conclusiones de la reunión del Círculo de Montevideo, Slim explicó que el problema económico y financiero por el que atraviesa Europa es resultado de una mala planeación del desarrollo inmobiliario, el uso de derivados en algunos países y que algunas empresas financiaron proyectos inviables.

Agregó que la severa crisis económica y financiera en que se encuentra Europa se debe a que los gobiernos tuvieron grandes gastos y déficits, incrementaron sus deudas y ahora han tenido que entrar a una etapa de ajuste para acoplarse a las reglas establecidas en la Unión.

La crisis se debe a esos excesos de muchos gobiernos, que gastaron arriba de lo que tenían y sus déficits fueron de ocho o 10 por ciento, cuando la regla era no pasarse de 3 por ciento. Al incrementarse el déficit por tener más gasto que ingreso, se endeudaron más, hasta que llega a ser excesivo, y entonces tienen que hacer ajustes como los de ahora.

Esta crisis, afirmó, es la continuación de la de 2000, que se agudizó en 2008 y sólo se palió para evitar una debacle más profunda.

En América Latina las cosas son diferentes. El ingreso per cápita es de 10 a 15 mil dólares y ya no hay vuelta sobre estos niveles que representan el rompimiento de la barrera del subdesarrollo, afirmó el empresario.

Estamos en un proceso virtuoso, bien conducido, que representa una gran oportunidad, pero además hay finanzas públicas sanas, un sistema financiero sano, crédito bancario y gran oportunidad de financiamiento.

Expresó que desde hace 50 años el mundo inició una revolución tecnológica y ahora está entrando a la sociedad del conocimiento. La actual transición no debe ser tan dolorosa como la de las sociedades agrícolas a las industriales, abundó.

Es una transformación civilizatoria con paradigmas virtuosos que sustentan el bienestar de la población y que pueden ser la vía para que tenga mejor educación, conocimiento, salud, movilidad social y bienestar.

Apuntó que el uso de tecnología debe servir para hacer una transformación en la sociedad que permita salir de la crisis, tener nuevas fórmulas para resolver los problemas sociales que ya existen, los que se están provocando y que se pueden agudizar si no se atienden debidamente.

Entre esos problemas, el más notable es la falta de empleo para los jóvenes, que no están teniendo oportunidad , que han perdido la esperanza y que si no hacemos transformaciones sustanciales no se van a resolver.