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La Jornada Olímpica/Londres 2012
Phelps, máximo ganador en justas olímpicas: 19 preseas

Obtuvo una de oro en 4x200 libre y una de plata en 200 mariposa, prueba en la que aspiraba a su tercera corona al hilo, pero el sudafricano Le Clos lo impidió

La adolescente china Ye Shiwen sigue asombrando con su segunda dorada y nuevo récord olímpico; Allison Schmitt, de EU, impuso marca en 200m libre

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Ricky Berens (centro) felicita a Michael Phelps tras los relevos 4x200Foto Ap
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Chad Le Clos alcanzó en el último tramo a Michael PhelpsFoto Ap
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La china Ye Shiwen sigue sorprendiendo con su velocidadFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de agosto de 2012, p. 6

Londres, 30 de julio. La primera medalla de oro que consiguió en Londres –después de perder el título en los 200 metros mariposa– sirvió para que el estadunidense Michael Phelps se convirtiera el martes en el deportista con más metales en la historia de los Juegos Olímpicos, al ganar la dorada en los relevos 4x200 estilo libre de la natación y sumar así su presea 19.

La gimnasta soviética Larisa Latynina era hasta hoy la dueña del récord, con 18 preseas, marca que Phelps igualó al conquistar, también el martes pero más temprano, la plata en los 200 mariposa. Luego llegó la dorada en los relevos, prueba que Estados Unidos ha dominado en cuatro de cinco ediciones de la justa veraniega.

Phelps suma así 15 oros, dos platas y dos bronces desde que comenzó a coleccionar medallas olímpicas en Atenas 2004. Latynina ganó nueve oros, cinco platas y cuatro bronces entre los Juegos de Melbourne 1956 y los de Tokio 1964.

El segundo sitio de Phelps fue todo un acontecimiento, porque los 200 mariposa son la especialidad favorita del estadunidense, pero el sudafricano Chad Le Clos disputó la carrera de su vida para vencerlo en la última brazada y superarlo por cinco centésimas.

La historia se escribe a veces con pequeños detalles: un mal cálculo de Phelps en el instante final de los 200 mariposa, un brazo estirado en el momento justo de Le Clos para tocar la pared cinco centésimas antes que El Tiburón de Baltimore, rey de la especialidad.

Eran las 19:55 de Londres cuando Le Clos paró el reloj en 1.52.96 minutos, mientras Phelps llegó en 1.53.01. El bronce quedó en manos del japonés Takeshi Matsuda, con 1.53.21.

El estadunidense aspiraba a ganar el oro por tercera vez consecutiva en los 200 mariposa –fue campeón en Atenas 2004 y Pekín 2008–, pero el fracaso en el intento se sumó al que ya sufrió en los 400 combinado, en los que fue cuarto.

De modo que el reto sigue intacto: ningún nadador masculino en la historia olímpica ha ganado la misma especialidad en tres Juegos consecutivos.

Pese al tropiezo y a un amplio bostezo en el podio mientras sonaba el himno sudafricano, Phelps fue generoso con su rival, al que felicitó con repetidas sonrisas y palmadas en el recorrido en torno a la piscina para ser inmortalizados por los fotógrafos.

La madre de Le Clos lloraba en las gradas y gritaba ¡te amo! A las 21:03 fue la madre de Phelps la que se emocionó, consciente de que trajo al mundo al deportista más exitoso de toda la historia de los Juegos.

En la prueba de 4x200 libre, Phelps nadó en solitario hacia la leyenda como último relevo del equipo estadunidense mientras el público lo ovacionaba, en un momento que quedará registrado en la historia de los Juegos Olímpicos.

Apenas tocó la pared de la piscina, se dio vuelta, se quitó las gafas y miró hacia el tablero electrónico para ver si su equipo había batido el récord mundial, algo que no logró tan sólo por un segundo en esta larga prueba que ganó con tiempo de 6 minutos, 59 segundos y 70 centésimas.

El cuarteto sacó tres segundos y siete centésimas a los franceses (plata) y 6.60 a los chinos (bronce).

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El Tiburón de Baltimore lloró en lo alto del podio y luego se paseó junto con sus compañeros Ryan Lochte, Conor Dwyer y Ricky Berens con la bandera de su país mientras en el estadio sonaba la canción Born in the USA, de Bruce Springsteen.

Les dije a los chicos que quería una gran ventaja para el último relevo y me la dieron, sólo quería resistir. Quiero agradecerles por haberme permitido vivir este momento, dijo Phelps tras lograr su récord.

Todavía perturbado por las emociones que lo sacudían por convertirse en el deportista olímpico más exitoso de la historia, el de Baltimore admitió que todo era demasiado fuerte para controlarlo.

Tengo muchas emociones ahora mismo, pero estoy pensando en las carreras que tengo aún por nadar. Esta noche intentaré dormir, pero no sé si lo lograré, comentó luego de conquistar su medalla 19.

Siempre digo que todo es posible; puse la mente en hacer algo que nadie hiciera antes y ha sido un viaje asombroso, añadió.

Consciente de lo que acababa de lograr, recordó su dimensión humana, la imposibilidad de la perfección, como quedó demostrado en las pruebas previas, en las que no había sido el Tiburón de hace cuatro años.

He sido un ser humano toda mi vida. No voy a poner excusas, dijo con sencillez. “Todavía me divierto, estoy contento de estar aquí. Chad (Le Clos) es un muy buen competidor, un chico hambriento de triunfo; él tocó antes la pared y ya está, después de eso intenté quitármelo de la cabeza y concentrarme en el relevo.

Obviamente me habría gustado otro resultado en los 200 mariposa. Chad hizo una gran carrera. Lo conocí bien el año pasado, es un trabajador duro, un nadador rápido y un fuerte competidor, señaló Phelps, en referencia a esa primera final en la que fue derrotado por el sudafricano.

Le Clos, a su vez, celebraba con sinceridad casi candorosa su gran éxito, en el que había vencido a una leyenda: Yo quería estar en unos Juegos y ser como Phelps. De hecho, ahora me siento como si fuera él.

En otra prueba, la adolescente china Ye Shiwen sigue asombrando –aun dentro de la polémica por el récord mundial que pulverizó el sábado en 400 metros combinado–: se adjudicó el martes su segunda medalla de oro en Londres, al ganar la final de 200 metros en el mismo estilo, con tiempo de 2.07.57, nuevo récord olímpico.

Ye, de 16 años, superó en esta ocasión a la australiana Alicia Coutts, plata (2.08.15), y a la estadunidense Caitlin Leverenz, bronce (2.08.95).

Ye luchó con Coutts –medalla de oro con el relevo 4x100 metros libre y bronce en 100m mariposa– en los tres primeros tramos. Sin embargo, al igual que en la final de 400 metros, puso el turbo en la última recta en estilo libre.

En la final de los 200 metros libre, la estadunidense Allison Schmitt ganó la medalla de oro, con tiempo de 1.53.61 que inscribe un nuevo récord olímpico.

Schmitt superó a la francesa Camille Muffat (1.55.58), quien se quedó con la plata, y a la australiana Bronte Barratt (1.55.81), medalla de bronce.