Francfort, 1º de agosto. Estados Unidos aumentó la presión sobre los líderes de la zona euro para que tomen medidas que resuelvan la crisis, reduciendo los costos de endeudamiento de sus integrantes en problemas, al tiempo que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, está remodelando la institución del eurogrupo y alentando a las autoridades a explorar opciones nuevas, aunque los mercados no están seguros de hacia dónde los llevará.

Alemania, en tanto, aseguró estar dispuesta a hacer lo que sea necesario para salvar la zona euro, dentro de los límites autorizados, mientras la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, expuso que el organismo seguirá apoyando a Grecia, y añadió que la incertidumbre sobre el futuro de la eurozona está nublando el horizonte de la economía española.

A su vez, Francia implementó el impuesto a las transacciones financieras, un gravamen de 0.2 por ciento que se pagará en los negocios con acciones de empresas que tengan su sede en el país, mientras en Grecia los líderes políticos alcanzaron un acuerdo sobre recortes de austeridad por 11 mil 500 millones de euros.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, declaró que la eurozona debe tomar medidas que incluyan disminuir las tasas de interés en los países que están aplicando reformas y asegurar que esos sistemas bancarios pueden brindar el crédito que esas economías necesitan.

El presidente francés, Francois Hollande, comentó a su contraparte estadunidense, Barack Obama, que París pretende aplicar las decisiones tomadas en una cumbre de la Unión Europea (UE) realizada a finales de junio, sostuvo el despacho del mandatario galo.

Los acuerdos de la cumbre de junio deben implementarse lo más pronto posible, alentó un comunicado del despacho de Hollande sobre el diálogo telefónico que el mandatario mantuvo con Obama.

Christine Lagarde sostuvo que nota una pérdida de confianza en la economía a escala mundial, y precisó que no ve una mejoría a corto plazo.

En este momento es evidente un declive de la confianza, el cual está claramente impulsado por una combinación de magros datos económicos y la reacción de los inversionistas a esta situación”, señaló Lagarde, quien indicó que la zona euro no es el único problema de la economía mundial y que Estados Unidos enfrenta interrogantes importante sobre el futuro de sus finanzas.

Alemania se opone a la opción de otorgar una licencia bancaria al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el futuro fondo permanente de rescate europeo, lo que le permitiría recibir dinero del BCE y tener medios teóricamente ilimitados para socorrer a los países con dificultades.

Roma y Madrid son favorables a esta solución. Una licencia bancaria para el MEDE no está de ninguna manera en nuestros proyectos, confirmó el portavoz, tras las declaraciones del martes del Ministerio de Finanzas alemán, el cual expresó que ese mecanismo no tiene licencia bancaria y no vemos por qué habría que darle una.

Italia y España podrían perder acceso a los mercados de crédito si la prima de riesgo que exigen los inversores para comprar bonos de esos países crece a niveles considerados insostenibles a largo plazo.

Pero el canciller alemán, Phillipp Roesler, rechazó la presión para que el BCE alivie los costos de endeudamiento de los países de la región en problemas, al decir que el banco central debería seguir luchando contra la inflación y mantener la presión para que estas economías encaren reformas.

En Helsinki el jefe de gobierno italiano, Mario Monti, y el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, mostraron sus diferencias sobre el uso del dinero de la zona euro, tras un encuentro amistoso.

Katainen reiteró que no desea, como pretende el italiano, que los recursos comunes de los 17 estados miembros de la eurozona sean utilizados para comprar deuda de los países en dificultades.

Más de la mitad de los alemanes son pesimistas respecto a la economía, pero el apoyo a los conservadores de Angela Merkel se mantiene firme, gracias en parte a la dura postura de la canciller respecto a la zona euro, de acuerdo con una encuesta de Forsa-Institute publicada en la revista Stern.

En Atenas, el partido xenófobo y ultraderechista griego Amanecer Dorado repartió alimentos en el centro de Atenas, pero exclusivamente a ciudadanos griegos. Mientras, los casos de corrupción en Grecia disminuyeron en 2011 porque hay menos personas dispuestas a comprar permisos de construir o a pagar a los médicos para tener un tratamiento mejor, indicó el inspector de la función pública, citado por un medio escrito local.