Juan Manuel Oliva, secretario general adjunto de elecciones del PAN, dijo ayer que cuatro meses no son suficientes para reflexionar sobre las causas que originaron la debacle electoral de su partido, pues se requiere escuchar a toda la militancia y no sólo a la cúpula o los mandos medios.

De esta manera se pronunció por realizar un proceso de revisión más amplio, que trascienda el año y en el que nadie quede excluido. Se necesita una reflexión serena con tiempo suficiente para no estropear el fondo de lo que se quiere cambiar, subrayó, en contra del planteamiento de los calderonistas, que proponen un análisis rápido que concluya antes de diciembre próximo.

El gobernador con licencia de Guanajuato señaló que una de las dificultades que enfrentó el blanquiazul en el proceso electoral es que no supo resolver la selección de candidatos, a tal grado que siete de cada 10 juicios de inconformidad presentados eran de panistas contra panistas.

En entrevista con La Jornada, Oliva Ramírez resaltó que el único partido que eligió a sus abanderados fue el PAN, pero los resultados de los comicios internos fueron impugnados en muchos casos y eso complicó el trabajo de proselitismo.

Hubo campañas que arrancaron 20 días después del inicio formal, e incluso otras comenzaron tres días antes de la elección constitucional.

De manera particular se refirió al conflicto que provocó cubrir la cuota de género: primero, el PAN tuvo que reasignar candidaturas para cumplir con la norma, pero los afectados recurrieron a las órganos electorales y éstos fallaron en su favor en un principio, y después dieron marcha atrás, lo cual metió al PAN en un problema tremendo. Esto, sin contar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no fue parejo, porque a PRD y PRI les permitió que candidatos hombres ocuparan lugares destinados a mujeres.

Otra reflexión del dirigente partidista identificado con la ultraderecha es que el PAN debe construir estructuras electorales estables y permanentes, que laboren en todo momento, haya o no comicios, pues no se puede tener debilidad en la primera línea de batalla del partido, que son los comités y subcomités municipales.

Entrevistado en la sede nacional panista, Oliva señaló que el instituto político requiere volver a los municipios y recuperar la agenda local. Por ejemplo, si en Baja California un tema de interés para la población es que no haya incremento en la tasa del impuesto al valor agregado (IVA), el partido debe retomar el caso.

Consideró también que su partido necesita reconstruir su narrativa, tras señalar que PRD y PRI usaron frases que hicieron surgir al PAN como opción política. Es el caso de la palabra cambio o el sí se puede.

El cambio era (Manuel Clouthier), El Maquío. (Vicente) Fox ganó con esa palabra y hoy nos la ganaron, subrayó.

Recordó que Andrés Manuel López Obrador era el cambio verdadero y el PRI el cambio.

Otro punto fundamental es que el PAN se olvidó de dialogar y hacer política, sobre todo cuando tenía seis u ocho precandidatos en cada distrito, todos perdiendo energías en la contienda interna y llegando agotados a lo externo. A eso se añadió que una vez resuelta la elección, muchos perdedores no se sumaron a la campaña.

En su análisis, Juan Manuel Oliva resaltó que el blanquiazul requiere entender que la comunicación es la esencia del político y político que no comunica está acabado. Mencionó que el PAN está necesitado de consolidar un programa de comunicación contundente.

Reconoció que muchos de los temas comentados fueron objeto de revisión en 2009, cuando el PAN perdió la mayoría en el Congreso. Si bien se avanzó en aquel momento, consideró que hay que volver a revisarlos con cuidado para no resbalar. Pero eso lleva tiempo, sobre todo porque hay que escuchar a quienes están en los comités municipales y porque no hay subcomités.

Debe haber tiempo y espacio para escuchar a ex gobernadores y ex dirigentes. No corramos prisa, concluyó.