Cientos participan en protesta antinuclear y llaman a evitar más tragedias como la de Fukushima
Alcalde japonés exhorta a poner en marcha una política energética que preserve la seguridad de habitantes
Martes 7 de agosto de 2012, p. 23
Hiroshima, Japón., 6 de agosto. Decenas de miles de personas conmemoraron este lunes el bombardeo nuclear de Hiroshima llevado a cabo por Estados Unidos, al cumplirse el 67 aniversario de la destrucción de esa ciudad del oeste de Japón, en medio del creciente rechazo a la utilización de la energía nuclear tras la catástrofe del año pasado en Fukushima.
Ancianos sobrevivientes, familiares, representantes del gobierno y delegados extranjeros asistieron a la ceremonia en el parque memorial de la paz de Hiroshima para recordar la explosión de la bomba atómica, hace casi siete décadas.
El bombardero estadunidense B-29, denominado Enola Gay, arrojó la bomba nuclear el 6 de agosto de 1945. Convirtió la ciudad en un infierno y mató a unas 140 mil personas, en el capítulo final de la Segunda Guerra Mundial.
A las 8:15 horas (23:15 GMT) –la hora exacta de la explosión–, un toque de campana marcó el inicio de un minuto de silencio. La gente se inmovilizó y juntó las manos en gesto de plegaria.
Este lunes, unas 50 mil personas asistieron a la ceremonia, mientras otras miles se sumaron a manifestaciones, marchas, foros y conciertos organizados en la ciudad, convertida en símbolo del movimiento global contra las armas nucleares.
Unas 700 personas, incluyendo sobrevivientes de la bomba y desalojados de la zona de Fukushima, participaron en una manifestación antinuclear, la última hasta la fecha de una serie de protestas tras la catástrofe del año pasado, desencadenada por un sismo provocado a su vez por un tsunami que mató a 19 mil personas el 11 de marzo de 2011.
La mayoría de los sobrevivientes de la bomba, conocidos como hibakusha, se oponen terminantemente a toda utilización del átomo.
Queremos trabajar con la gente de Fukushima. Sumar nuestras voces para que lo nuclear no vuelva a provocar víctimas
, afirmó Toshiyuki Mimaki, de 70 años, uno de los sobrevivientes.
En Japón el movimiento de protesta contra la energía nuclear se ha fortalecido desde que el primer ministro Yoshihiko Noda decidió en junio pasado reactivar dos reactores nucleares.
Noda justificó su decisión por el riesgo de penuria en el suministro de energía eléctrica. Japón, que antes de Fukushima se había lanzado en una política de desarrollo nuclear para compensar su falta de recursos energéticos, se abstuvo por completo en mayo y junio de utilizar sus 50 centrales nucleares.
Las 48 restantes siguen detenidas, ya sea a causa del sismo o de medidas de precaución adicionales exigidas por las autoridades tras la catástrofe del 11 de marzo.
Exhorto al gobierno a poner en marcha en breve una política energética que preserve la seguridad de sus habitantes
, dijo durante la ceremonia el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui.
El primer ministro Noda se limitó a contestarle: Pondremos en práctica una política energética mixta, con la cual la gente podrá sentirse en seguridad a mediano y largo plazos
.
Los manifestantes antinucleares desfilaron frente a la sede de Chugoku Electric Power, compañía de electricidad que posee plantas nucleares, coreando consignas como Renuncia de Noda, abajo la energía nuclear
.
El bombardeo de Hiroshima fue seguido por el de Nagasaki, que el 9 de agosto provocó 70 mil muertos.
Los dos ataques precipitaron la capitulación de Japón y el final de la Segunda Guerra Mundial, el 15 de agosto de 1945.