Ante las críticas de los estudiantes que buscaron un espacio en la Feria de Educación Superior Más Opciones y la calificaron de un fraude, el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, consideró que es entendible, en todo caso, la frustración de algunos jóvenes que no encontraron la opción que buscaban, lo cual, consideró, es un problema que tiene que ver con cierto desajuste entre oferta y demanda.

Luego de que en la feria que concluyó el domingo participaron centros que no realizan examen de admisión, acreditan licenciaturas sin tesis profesional y tampoco solicitan un promedio mínimo para el ingreso, Tuirán respondió que la elaboración o no de tesis “no significa suponer, prima facie, que el plan de estudios carezca de exigencias académicas”.

Añadió que las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM) –que no participaron en la feria– o cualquier otra institución autónoma tienen la facultad de definir sus mecanismos de ingreso, al igual que sus planes de estudio; en el caso del Instituto Politécnico Nacional (IPN) –ausente también en dicho acto–, explicó, su ley orgánica le confiere atribuciones similares.

En éstas y en otras instituciones públicas existen planes de estudio que no necesariamente fijan como requisito de titulación elaborar una tesis para obtener el título o grado respectivo, dijo.

Al señalarle que muchos de los asistentes calificaron la feria de un engaño, ya que gran parte de la oferta fue de escuelas privadas de bajas o altas colegiaturas, a final de cuentas incosteables, respondió: dijimos claramente que el propósito de las acciones desplegadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) era acercar información relevante a los jóvenes y mostrarles la existencia de otras opciones públicas y particulares. Lo anterior se hizo porque tres de cada cuatro de quienes no fueron aceptados en alguna institución educativa están ahora embarcados en la tarea de buscar activamente otras opciones educativas.

Añadió que cerca de una quinta parte es proclive a buscar la misma carrera en otra universidad privada.

Que algunos no hayan encontrado la carrera que buscaban –hubo 25 mil asistentes en la feria y sólo se preinscribieron 4 mil 692 en opciones públicas– obedece a que parte del problema consiste en que la demanda de los aspirantes se concentra en un número limitado de carreras: 36.1 por ciento en las áreas de ciencias sociales y administrativas, 27.2 por ciento en las ingenierías y las tecnologías. Le siguen educación y humanidades, con 14 por ciento; ciencias de la salud, con 10.5 por ciento; ciencias naturales y exactas, con 9.5 por ciento, y ciencias agropecuarias, con 2.6 por ciento, manifestó.

La oferta educativa en la zona metropolitana de la ciudad de México se concentra en las ciencias sociales y administrativas, con 47.7 por ciento; en las ingenierías y tecnologías, con 29.8 por ciento; en educación y humanidades, con 8 por ciento; en ciencias de la salud, con 7.1 por ciento; en ciencias naturales y exactas, con 3.9 por ciento, y ciencias agropecuarias con 3.4 por ciento.

Lo anterior indica que quienes buscan opciones en otras instituciones de la zona en ciencias sociales y administrativas, ingenierías y tecnologías y ciencias agropecuarias no deberían tener dificultades para encontrarlas, opinó.

Sin embargo, concluyó, en educación, humanidades, ciencias naturales y exactas y ciencias de la salud se advierte cierto desajuste entre la demanda y la oferta.