La ausencia de Mexicana de Aviación hizo un hueco en el área comercial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, fundamentalmente en la terminal uno (T1), señala Christian Pastrana, director general adjunto comercial y de servicios del AICM.

La recuperación en el número de pasajeros movilizados y locales comerciales arrendados luego de la salida de la aerolínea no significa que en el aeropuerto estamos contentos sin Mexicana, apunta.

El funcionario asegura que las ventas han mejorado, ya que 88 por ciento de los locales que dispone el aeropuerto para uso comercial están rentados.

En cuanto a pasajeros, el AICM cerró el año pasado con la cifra récord de 26.3 millones. Desde la salida de Mexicana, decenas de locales de esa terminal siguen vacíos, la mayoría de una empresa arrendadora privada. Cerraron desde grandes negocios, pertenecientes a cadenas trasnacionales, hasta pequeños establecimientos que no soportaron altas rentas y bajos ingresos.

Maleteros, taxistas y otros prestadores de servicios de la T1 también resultaron afectados. Algunos no se levantaron tras la salida de esa empresa y la mayoría vio disminuir sus ganancias hastaa 50 por ciento.

Ex trabajadores de un local de guardaequipajes perdieron su fuente de empleo luego de que los dueños bajaran la cortina en uno de sus dos establecimientos, localizado a un costado de los mostradores de la aerolínea. “Con el cierre de Mexicana, los ‘quebrados’ fuimos nosotros”.

Para los maleteros significó un duro golpe, debido a que no tienen sueldo fijo y sus ingresos dependen de las propinas. Antes ganábamos hasta 300 pesos diarios; ahora es ganancia si sacamos 80 o 90 pesos.

La situación, afirman los comerciantes consultados, ha mejorado en el último año, debido principalmente a la operación de aerolíneas de bajo costo, como Interjet y Volaris, que incrementaron frecuencias y rutas, las cuales pertenecían a Mexicana.