Salina Cruz, Oax., 23 de agosto. El hundimiento de una monoboya de la refinería de Salina Cruz, propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex), ocasionó un derrame de miles de litros de crudo al mar. La mancha se ha extendido varios kilómetros y contaminó amplias zonas de pesca y arena de comunidades costeras.

Aunque el hundimiento de la instalación –que sirve para que buques trasvasen petróleo crudo a la refinería Antonio Dovalí Jaime– ocurrió el 11 de agosto, Pemex comunicó apenas el día 17 que técnicos especializados de la terminal marítima de Salina Cruz controlaron el derrame, pero la monoboya número 3 estaba fuera de operación desde febrero de 2008.

La empresa minimizó el incidente y explicó que la pérdida de hermeticidad de los sellos de la unidad múltiple de distribución de la monoboya provocó que se vertieran unos mil litros de crudo mezclado con agua; sin embargo, confió a la delegada de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Oaxaca, Laura Ernestina Aguilar Chagoya, que se han derramado unos dos mil litros. Pescadores y surfistas aseguran que son muchos más.

Luego de una inspección efectuada entre lunes y miércoles de esta semana por funcionarios de la Profepa y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se detectó crudo en las playas Salinas del Marqués, Brasil, Brasilito, Azul, Punta Conejo y la Escondida o Guelaguichi, en los municipios de Salina Cruz y Tehuantepec.

La Profepa ordenó a Pemex impedir de inmediato que sigan dispersándose los hidriocarburos, pues 12 días después del incidente, la paraestatal no ha controlado el derrame ni ha anunciado la remediación de daños ambientales.

En un comunicado, el organismo dependiente de la Semarnat indicó que hubo dilación del responsable local de Pemex para atender la emergencia; el volumen de crudo contenido en la monoboya se ha extendido, lo que refleja poca disposición para el cuidado del medio ambiente.

Indicó que Pemex está obligado a informar inmediatamente cuando ocurre un accidente que atente contra el entorno, como estipula el reglamento de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, y no dejar pasar varios días para que la autoridad ambiental pueda llevar a cabo inspecciones en las zonas afectadas e iniciar los procesos administrativos para determinar las sanciones correspondientes.

El derrame ya fue denunciado por autoridades de las comunidades afectadas y representantes de varias organizaciones, entre ellas Reynaldo López Calzada, presidente del comité del campamento tortuguero de playa La Escondida, ubicado en Guelaguichi, agencia del municipio de Tehuantepec.

López Calzada dijo que la comunidad se organizó para proteger 4 mil 400 huevos de tortuga y se espera que empiecen a eclosionar a principios de septiembre; el objetivo, dijo, es atraer turismo, pero los esfuerzos de los indígenas zapotecos están amenazados por la contaminación de sus playas.

José Luis Villalobos, presidente municipal de Tehuantepec, y Gerardo García Henestrosa, de Salina Cruz, coincidieron en que lo más urgente es limpiar las playas y contener el derrame.