Homofobia en Rusia
iertos gobernantes se creen eternos. Como los de Moscú. En enero pasado prohibieron por cien años las marchas del orgullo gay por considerarlas una provocación que hace moralmente daño a los niños y adolescentes
. Descontento por la medida, el líder del movimiento gay ruso, Nikolai Alexéyev, apeló de la sentencia ante los tribunales, pero éstos confirmaron la prohibición. Alexéyev recurrirá en busca de justicia al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
En Rusia las autoridades y la Iglesia ortodoxa se oponen a cualquier expresión pública relacionada con la homosexualidad. Desde 2006 los gays se manifiestan en mayo para protestar contra esa discriminación. Y cada vez son reprimidos violentamente por la policía antidisturbios, grupos de ultraderecha y cristianos ortodoxos intolerantes. Decenas fueron a la cárcel durante el reciente intento de realizar en Moscú una marcha del orgullo gay. La Asociación Internacional de Gays y Lesbianas concedió a Rusia y Moldavia el dudoso honor de ser los países europeos donde menos se respetan sus derechos.
Según una encuesta, 74 por ciento de los rusos son violentamente homófobos, creen que gays y lesbianas tienen un problema mental y son amorales. Menos de la mitad opina que deben tener los mismos derechos que los heterosexuales. Esa homofobia es en gran parte herencia de la cultura tradicional cristiana ortodoxa, que considera que la homosexualidad es pecado y un sacrilegio
las marchas del orgullo gay, por lo que pidió que se prohíban en toda Rusia. Durante el comunismo los homosexuales fueron perseguidos y en muchos casos detenidos y encarcelados. O enviados a hospitales siquiátricos. Esto explica por qué hasta 1993 la homosexualidad fue considerada una enfermedad mental, mientras la ley sancionaba con penas de cárcel las prácticas homosexuales.
En febrero, las autoridades de San Petersburgo aprobaron una ley que prohíbe la propaganda en favor de la homosexualidad. Las marchas del orgullo gay también han sido salvajemente reprimidas. Varias ciudades rusas cuentan ya con leyes semejantes a la de San Petersburgo. Con la excepción de países socialmente avanzados, como la República Checa, en la mayoría de los estados poscomunistas de Europa los homosexuales no tienen ningún derecho y suelen ser objetivo preferente de la extrema derecha y de los sectores integristas de las iglesias católica y ortodoxa. En términos sociales la situación ha mejorado en Polonia, pero no así en Hungría, Rumania, Bulgaria y Serbia.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó una sentencia que considera que la prohibición de marchas del orgullo gay en Moscú se contradice con la convención europea de defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales
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