Presupuesto dilapidado
¿Qué fue de 18 billones?
Las prisas de Beltrones
n tiempos normales
, a estas alturas del calendario el paquete económico para el siguiente ejercicio fiscal estaría a punto de salir del horno del Ejecutivo para ser presentado a la consideración del Congreso, y de arrancar el proceso de criba que año tras año practican los diputados a la propuesta presupuestal, entre jalones y estirones, para repartir los recursos públicos entre federación, estados y municipios, dineros que, dicho sea de paso, son cada vez menos efectivos por aparatosa que resulte la cifra final que arroje el numerito (se estima que sólo 10 centavos de cada peso presupuestal son reasignables
, pues el resto ya está comprometido
).
Pero México no vive tiempos normales
(la normalidad
oficial, desde luego), pues a punto está de concretarse el cambio de gobierno (haiga sido como haiga sido
segunda parte) y la ley respectiva amplía el plazo regular para la presentación, discusión y aprobación de tal paquete, y permite al nuevo inquilino de Los Pinos presentar su propuesta ya en curso de sus funciones y al Congreso aprobarlo hasta el 15 de diciembre, si fuera el caso.
Por estas fechas, pero de 2011, se hablaba de un presupuesto histórico
(por su monto nominal) para 2012, y se aseguraba que los dineros públicos se destinarían fundamentalmente a la seguridad pública, las obras para generar empleo
y los programas sociales, con una fuerte derrama
para los estados de la República. Un año después, la inseguridad pública se ha incrementado, el empleo se ha generado especialmente en el sector informal y los resultados de los programas sociales brillan por su ausencia, y sólo los gobernadores de las entidades saben en qué se gastaron el recurso, aunque por lo que se ve no fue precisamente para lo que se previó. No es un balance novedoso, desde luego, porque es el de todos los años.
El presupuesto histórico
que para 2012 autorizó la Cámara de Diputados (sólo ella le mete el diente al presupuesto de egresos) ascendió a poco más de 3.7 billones de pesos, y el grueso de esos dineros se destinó a pago de nómina burocrática, servicio de la deuda y gasto corriente en general, lo que tampoco es novedoso porque, como se refiere líneas arriba, 90 centavos de cada peso presupuestal ya están amarrados
y, según los legisladores, no hay forma de desamarrarlos
, de tal suerte que a pesar de lo voluminoso en lo nominal, el presupuesto de egresos no arroja mayores resultados, especialmente por el pésimo ejercicio del gasto público.
De esto último da cuenta la crónica parlamentaria de La Jornada de aquella fecha: la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados evidenció la opacidad en que se desenvuelve el Poder Legislativo federal cuando soluciona sus problemas y conflictos internos. Anoche, sin presentar el dictamen de gasto público para el año próximo, la mayoría de los legisladores presentes en la sesión de ese órgano camaral aprobó en lo general el decreto y sus anexos, a pesar de que desconocían los documentos
. Y de dicha comisión, el dictamen invisible pasó al pleno de la Cámara de Diputados, para que en alrededor de tres horas los legisladores aprobaran, en lo general (424 a favor, 27 en contra y siete abstenciones), el presupuesto federal para 2012. Después las menudencias sobre los artículos reservados, el jaloneo por las migajas, y listo: 3.7 billones de pesos para fortalecer el bienestar
de los mexicanos y consolidar el crecimiento
del país.
Durante el calderonato los diputados aprobaron seis presupuestos de egresos de la Federación por un monto conjunto cercano a 18 billones de pesos (cerca de un billón 150 mil millones de dólares). Una catarata de dinero (histórica
, repetirán en Los Pinos), pero sin mayor impacto en el crecimiento económico ni en el desarrollo del país. Cuando menos una tercera parte de esa cantidad se destinó al pago de la nómina burocrática, un monto creciente al servicio de la deuda pública y el resto se dilapidó en otro tipo de gasto corriente. El resultado, en síntesis, 1.8 por ciento de crecimiento
como promedio anual, escaso empleo formal y más de 12 millones de pobres adicionales.
¿Qué viene? Sin duda más de lo mismo: más presupuestos históricos
y nulos resultados. Es de esperarse que la nueva administración gubernamental presente una propuesta presupuestal no menor a 3.85 billones de pesos para ejercerlos a lo largo de 2013. Igual el copetón viene con la cartera desenvainada y el monto por él propuesto rozaría los 4 billones (otro récord nominal), pero de cualquier forma el margen de maniobra es más que limitado. Y es de esperarse, también, que los inquilinos de San Lázaro procedan con la misma rapidez que un año antes, porque lo suyo es gozar de las mieles presupuestales.
Tal vez por ello, al flamante coordinador del rebaño tricolor en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, le urge adelantar
los trabajos y evaluaciones en torno al próximo paquete económico, sobre todo la propuesta presupuestal, ya del nuevo inquilino de Los Pinos. Con ello no sólo evitaría, en lo posible, la larga mano calderonista en el trasiego de recursos públicos, sino que le garantizaría a su presidente un líquido inicio de sexenio para aceitar lo que sea menester. De hecho, el ahora diputado (senador hasta hace poco) advirtió que para la nueva Legislatura (en funciones a partir del próximo domingo) el análisis, discusión y, en su caso, aprobación de tal paquete se tiene que concretar en un plazo muy apretado”, aunque ello no quiere decir que no lo trabajemos desde antes
.
Muy nerviositos se ven algunos legisladores y creen que el calendario es la única traba. Sin embargo, el problema no sólo consiste en los tiempos legales (que para eso se sacaron de la manga su reloj parlamentario
), sino en la equidad de la Ley de Ingresos y en la calidad del gasto público. De poco sirve exprimir a los jodidos para armar un presupuesto voluminoso, si el río de dinero se vuelve a dilapidar, como Fox y Calderón comprenderán. El país ya no lo aguanta, y si no comprenden esto, de plano no entienden nada.
Las rebanadas del pastel
Y mientras Francisco Mayorga, titular de la Sagarpa, se sube al juego del adivino (estimo que hasta noviembre se normalizará la capacidad de producción de huevo en el país
), hoy se cumple el segundo aniversario de la muerte inducida de Mexicana de Aviación, dos años con el pico clavado en el suelo, con sus 8 mil 500 trabajadores sin empleo, sin ingreso y con la soga en el cuello, y Gastón Azcárraga, junto con sus amigos calderonistas, gozando de las mieles de la impunidad.