El fallo revela intrigas y corrupción en el gobierno ruso de Yeltsin
Sábado 1º de septiembre de 2012, p. 33
Londres, 31 de agosto. El dueño del club de futbol inglés Chelsea, el magnate ruso Roman Abramovich, salió victorioso este viernes de una batalla legal por 6 mil millones de dólares con su ex mentor Boris Berezovsky, en un caso que develó las intrigas y la corrupción de las autoridades de la época detrás de la repartición de los vastos recursos naturales de Rusia durante la era postsoviética.
Berezovsky, un matemático que amasó su fortuna bajo el mandato del fallecido presidente Boris Yeltsin, impulsor de las privatizaciones de empresas, había acusado a Abramovich de usar la amenaza de que el Kremlin tomaría represalias en su contra para intimidarlo en la venta de cuatro de las principales petroleras de Rusia a un precio bajo.
La jueza Elizabeth Gloster dijo ante una corte de Londres que halló que Berezovsky era un testigo mediocre e inherentemente poco confiable
, debido a que a veces brindó evidencia deshonesta y que no aportó casi nada para respaldar su caso
.
Gloster descartó todos los reclamos por 6 mil millones de dólares de Berezovsky en uno de los mayores litigios privados registrados en Gran Bretaña, al decir que Abramovich –el número 68 de la lista de hombres más ricos del mundo, con una fortuna que alcanza los 12 mil millones de dólares– era un testigo real y totalmente confiable
.
Estoy absolutamente sorprendido por lo que ocurrió hoy
, dijo Berezovsky, de 66 años, luego de escuchar impertérrito el veredicto leído en la corte, llena de abogados, guardaespaldas y periodistas.
Mi confianza en la justicia inglesa se ha visto minada por la decisión de la magistrada
, sostuvo, y agregó que el fallo es tan favorable al presidente ruso, Vladimir Putin, que se escuchó como si lo hubiera escrito el propio Kremlin.
Abramovich, que llegó a los titulares de los medios al comprar el club de futbol Chelsea en 2003, negó durante el litigio las acusaciones de Berezovsky, dijo que éste nunca tuvo acciones de la firma Sibneft y afirmó que en 2001 sólo pagó mil 300 millones a Berezovsky en reconocimiento a su cobertura política y protección
, lo que es conocido en el argot delictivo ruso como krysha
o tejado
.
El fallo preliminar de 38 páginas marca el comienzo del fin de una odisea legal que ha abarcado desde los corredores del Kremlin, pasando por paraísos fiscales en el extranjero, favorecidos por los magnates rusos, hasta el tribunal supremo de Londres.