Jesús Martínez sorprende al balompié tras su alianza con Carlos Slim
isionario y audaz, Jesús Martínez Patiño parece haber encontrado un resquicio para evadir la presión del duopolio televisivo que atrapó desde hace muchos años al futbol mexicano. Esa puerta sería la sociedad con Carlos Slim o América Móvil, la cual frena de tajo, desconcierta y congela las fauces de las televisoras, dueñas del balón y del Tri.
Una vez logrado el ascenso del León y tras el descenso de Estudiantes Tecos, Tv Azteca consideró que de forma tersa y natural tendría la transmisión de los partidos del equipo con la mejor afición del Bajío. No obstante, se topó con roca, porque Grupo Pachuca rechazó la oferta que, según versiones, fue de alrededor de 2 millones de dólares por torneo.
La televisora del Ajusco argumentó el respeto a sus tabuladores y tarifas, y consideró que era cuestión de tiempo para que todo se resolviera, tal como ocurrió en 2010 con Monterrey, que en el estira y afloja debió transmitir cuatro partidos por Internet, hasta que finalmente logró un acuerdo con Televisa.
No obstante, los Esmeraldas están lejos de equipararse con el desangelado equipo tecolote y comenzaron a ver ante sí un desfile de interesados. Desde la televisora árabe más importante del mundo, Al Jazeera, hasta Fox Sports y ESPN, las cuales buscaban pasar los juegos del Nou Camp a Estados Unidos. Hubo además otras ofertas de empresas interesadas en la publicidad estática y en el uniforme.
Televisa no permaneció pasiva y envió a altos ejecutivos para conceder lo que en principio Grupo Pachuca exigía a Tv Azteca, pero tampoco logró nada. Martínez decidió hacer convenio con Slim Helú –a quien se ha obstaculizado la entrada al negocio de la televisión–, en lo que pinta como una audaz maniobra a todas luces interesante y digna de seguir sin parpadear.
Mario Carrillo, con el sello de América, Cruz Azul y Puebla, aterrizó en el timón de Pumas con una gran verdad por delante: no es monedita de oro, le cuesta trabajo ser simpático. Esa sinceridad le otorga puntos a favor, pero, en efecto, deberá conquistar con resultados inmediatos a un público que no se distingue por tener paciencia con los técnicos que no nacen en su cantera.
La sola presencia del apodado Capello en un palco del estadio Morelos bastó: los auriazules vencieron a Monarcas y Mario cuenta con dos semanas para infundir sus ideas entre los jugadores. A Alberto García Aspe, vicepresidente del equipo auriazul, le tocó admitir ante los micrófonos su primer fracaso por haberse empeñado en la contratación del malogrado Joaquín del Olmo.
San Luis, con el ecuatoriano Álex Aguinaga en el banquillo, evitó la goleada ante León sólo gracias al oficio del portero Óscar Pérez. Apenas perdió 2-0 y empieza la cuenta regresiva para un equipo en serio riesgo de descenso, que no es el peor del certamen por el pésimo desempeño de los Gallos Blancos de Carlos de los Cobos, quien está en el cadalso.
Al Atlas le urgía una mano dura y mucha disciplina, requisitos que parece tener de sobra el Jefe Tomás Boy, quien se estrenó en el mando con un milagroso empate luego de las parrandas turbulentas del Negro Sandoval y compañía, gracias al divo Humberto Suazo, quien falló un penal que esfumó el probable triunfo de los Rayados.
Toluca, Xolos, León y Cruz Azul se adueñaron de la punta de un certamen en el que Santos, América, Pumas, Monterrey y Tigres luchan por no hundirse en la mediocridad que parece haber absorbido a Pachuca, a Chivas y unos Jaguares de los que se esperaba más. El receso en puerta sin duda marcará el parteaguas hacia la liguilla.
Gerardo Torrado, pese a ser un jugador rudo y poco plástico, sigue siendo un garbanzo de a libra en el balompié mexicano, en cuyo horizonte no pinta otro tipo con su liderazgo, preparación académica y carácter, al punto de que por doquier recibe halagos y el seleccionador José Manuel de la Torre lo tiene presente para el par de duelos ante Costa Rica los días 7 y 12 del mes en curso.
