Lunes 3 de septiembre de 2012, p. 49
El pez diablo, especie que se utiliza para limpiar acuarios y peceras, se convirtió en fauna invasora de ríos de Tabasco y de Veracruz, y ya afecta la producción de alimentos, pues comienza a desplazar a las nativas y a causar daños a la biodiversidad.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), las especies invasoras son una gran amenaza. Se trata de fauna o flora introducida, de manera intencional o accidental, a zonas de las cuales no son nativas, provocando desequilibrios ecológicos entre poblaciones silvestres, cambios en la estructura, composición y funcionamiento de las comunidades.
Según datos del sexto Informe de gobierno, hay una lista de mil 284 especies exóticas. Actualmente un grupo de expertos realiza un análisis preliminar que considera 11 criterios para identificar grado de invasividad. Esto permitirá hacer un listado oficial de especies potencialmente riesgosas para el país que requieren de manera prioritaria acciones de prevención, control o erradicación. Hasta el momento se han ponderado 185 especies.
El pez diablo (loricarido) se encontró por primera vez en 1997, en el río Pichucalco, de Chiapas, pero se ha extendido a otros cauces y ya se encuentra en ríos y lagunas de Tabasco, no se sabe cómo llegó a esos cuerpos de agua
, indicó Salomón Páramo Delgadillo, estudioso de la biología de peces del Laboratorio de Acuicultura Tropical de la División Académica de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.