Los dueños estaban más preocupados por salvar la ropa que por sus trabajadores
, acusan
Jueves 13 de septiembre de 2012, p. 34
Karachi, 12 de septiembre. Al menos 314 personas murieron carbonizadas al incendiarse dos fábricas en Pakistán, dijeron este miércoles policías y funcionarios, en accidentes que abren interrogantes sobre la seguridad industrial de esta nación del sur de Asia.
Las llamas se difundieron rápidamente a través de una fábrica de ropa en la populosa capital comercial de Karachi, lo que causó la muerte de 289 personas. Muchos trabajadores hacían fila para recoger los cheques con sus salarios, dijeron funcionarios.
Apesadumbrados familiares recorrían hospitales y depósitos de cadáveres, desde donde lanzaban duras críticas contra un gobierno sumamente impopular.
La gente comenzó a gritar para salvar su vida
, dijo Mohammad Asif, de 20 años. Todos se arrimaron a la ventana. Yo salté del tercer piso
, relató.
El segundo siniestro ocurrió en la ciudad de Lahore, en el este del país asiático, donde fallecieron al menos 25 personas al incendiarse una fábrica de zapatos.
Los críticos afirman que el corrupto e ineficiente gobierno de Pakistán, país que cuenta con armas nucleares, no ha sabido abordar los problemas de la nación, que padece una poderosa insurgencia talibán, pobreza generalizada, una actividad criminal cada vez más activa y desabastecimientos diarios de energía eléctrica.
Los dueños estaban más preocupados por salvar la ropa en la fábrica que por los trabajadores
, dijo un empleado de la fábrica de ropa, Mohammad Pervez, que sostenía una fotografía de su primo, que también trabaja en el lugar y no ha sido hallado.
Si no hubiera habido rejas de metal en las ventanas mucha gente se habría salvado. La fábrica estaba repleta de ropa y tela. Los trabajadores que se quejaban eran despedidos
, agregó Pervez.
Un ministro provincial ordenó una inspección dentro de 48 horas en todas las fábricas y plantas industriales desplegadas en la provincia de Sindh. Karachi, con una población de 18 millones de personas, es la capital de Sindh.
Un informe preliminar del gobierno provincial sobre el incendio en Lahore concluyó que el cierre de las puertas de emergencia ocasionó las muertes y que los dueños no aplicaban regulaciones laborales y de seguridad, dijeron fuentes gubernamentales.
La causa del incendio en la fábrica de ropa en Karachi aún no ha podido establecerse, pero como ocurre regularmente en Pakistán, se señaló la inadaptación y la falta de seguridad en las instalaciones.
En Lahore, trabajadores de la fábrica de zapatos sospechaban que el siniestro fue causado por un problema con un generador.
Los sucesivos gobiernos paquistaníes no han sido capaces de proveer una fuente de energía eléctrica confiable, de modo que las fábricas se ven obligadas a tener sus propios generadores, alimentados por diésel o petróleo, si quieren evitar largos y regulares recortes de la vital energía.