Sociedad y Justicia
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Es más económico, los bebés son más tranquilos y no hay depresión

Crece la tendencia a parir en casa; tiene varios beneficios

Obstetras advierten de riesgos de realizar nacimientos de esa forma

 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de septiembre de 2012, p. 40

Buenos Aires, 19 de septiembre. No hay ninguna clínica moderna o cara ni ningún plan médico de oro que te pueda ofrecer la intimidad de parir en tu casa, afirma la argentina María, con su pequeña Estrella durmiendo en un portabebé de tela contra su pecho.

Cuando empezó el trabajo de parto estuve mucho en la bañera porque me aliviaba el dolor y ahí nació Estrella, porque se dio así y no porque estuviera planificado. En el proceso expulsivo estuve abrazada a mi pareja, haciendo fuerza colgada de él; en la última fase me agarré de un borde, estaba en plena conciencia de mi cuerpo, estaba en pleno control, fue increíble, narra emocionada.

Mamá y bebé estuvieron desde el primer segundo juntas; esperaron unidas por el cordón umbilical hasta el alumbramiento de la placenta, que ocurrió largo rato después, y fue entonces cuando el papá cortó el conducto.

El parto en el domicilio es una tendencia que crece cada día, en el marco de la búsqueda de muchas mujeres de un parto humanizado.

Trabajamos para que tengan derecho a elegir dónde quieren parir; es respetable la decisión de optar por una cesárea programada, la anestesia peridural y un parto inducido, y al mismo tiempo también quien desea hacerlo en la privacidad de su hogar, viviendo un proceso espontáneo, sin drogas, sostiene Marina Lembo, presidenta de la Asociación Argentina de Parteras Independientes (AAPI).

95 por ciento de las mujeres son sanas, por ende deberían parir sin problemas, afirma Lembo en una entrevista con Dpa. El parto humano tiene sus tiempos. Pero los sistemas de salud público y privado pretenden que el nacimiento se dé en un par de horas, cuando a muchas mujeres y bebés eso mismo les lleva días. Pero en esos tiempo los latidos no bajan, la mujer dilata, el bebé se acomoda, no hay desgarros, no hay fórceps, señala.

Según estadísticas de la AAPI, del total de quienes planean parir en el domicilio, 90 por ciento finalizan su parto en su hogar y 10 por ciento son trasladadas a un hospital o clínica. De ellas, un cinco por ciento terminan pariendo en la institución y otro 5 por ciento van a cesárea, en contraposición con el sistema privado, que tiene entre 40 y 50 por ciento de cesáreas. En ninguna región las cesáreas deberían ser más de 15 por ciento, según la Organización Mundial de la Salud.

Lembo enumera una serie de beneficios respecto de los nacimientos en instituciones médicas, como por ejemplo darle tiempo al bebé para que se acomode bien en la pelvis.

“Otra cosa que se respeta es el tiempo que el bebé está ‘atrapado’ dentro de las caderas de la madre, porque es un lapso en el cual recibe un masaje en el tórax y en los pulmones y después suelen respirar sin dificultad; no se perturba el encuentro del recién nacido con la madre inmediatamente después del parto, entonces regula mejor la temperatura y se establece mejor la lactancia. Son niños más tranquilos y los padres son más seguros para criarlos; es casi inexistente el índice de depresión posparto, las madres están sintonizadas y permite el apego, y también se evitan problemas por infecciones intrahospitalarias”.

Pero en el mundo de los nacimientos no todas las voces están en favor del parto en casa. Hay que prestar atención, porque se corren muchos riesgos, advierte la partera Silvia, con más de 30 años de experiencia en el arte de traer niños al mundo. Se conocen las historias con finales felices, pero no cuando hay complicaciones, alerta.

Lembo aclara que no todas las mujeres pueden parir fuera del sistema hospitalario. Hacemos durante el embarazo una selección del riesgo; se va corroborando que se va desarrollando de manera normal, si la vivienda cumple con las condiciones para un parto en domicilio, explica.

Como medida de seguridad, el hogar debe estar a máximo 30 minutos de un hospital, subraya Lembo.

Mortalidad perinatal

Reconocidos obstetras advierten que los partos domiciliarios aumentan los riesgos de mortalidad perinatal y muchas veces los equipos de salud que los asisten no cuentan con elementos ni personal para realizar prácticas de emergencia para el bebé o la mamá.

Michel Odent, prestigioso obstetra francés y uno de los principales impulsores del parto humanizado en décadas recientes, aboga de todas formas por los alumbramientos en ámbitos fuera de los hospitales.

La mejor situación que conozco para un parto rápido y fácil es nadie alrededor de la mujer que está pariendo, a menos que sea una partera o una doula muy experimentada, silenciosa, y con perfil muy bajo. La imagen ideal es la partera sentada en una esquina tejiendo. Parece simple, pero será necesario mucho tiempo para redescubrir lo simple, afirmó Odent en una reciente visita a la Argentina.

Según Odent, la anestesia epidural sustituye a las endorfinas, mientras que la oxitocina sintética –que se utiliza para generar contracciones e impulsar la dilatación– remplaza a la natural. Hacen el papel de las hormonas que las mujeres no pueden segregar porque no se encuentran en un entorno adecuado. Además, alteran el curso natural del nacimiento.

Las parteras independientes se preocupan también por un proyecto de ley que se debate en el Congreso argentino que limitaría su trabajo a los partos realizados en ámbitos hospitalarios, públicos o privados, y no incluyen los nacimientos en casa.

El parto en domicilio suele ser además entre cuatro y seis veces más barato que en una clínica privada, pero muchas compañías de seguros dejaron de reintegrar a sus socios estos costos, lamenta Lembo.