El tercer visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) –encargado de la supervisión penitenciaria–, Guillermo Andrés Aguirre Aguilar, sostuvo ayer que el año pasado, cuando acudimos al penal de Piedras Negras, Coahuila, de donde recientemente se fugaron más de 130 internos, simplemente no nos dejaron pasar, argumentando que no había condiciones de seguridad y no nos garantizaban nuestra integridad física.

Agregó: Volvimos a la visita y finalmente pudimos ingresar. Una vez dentro, nos dimos cuenta de que había autogobierno y los internos mandan; incluso, ellos (los presos) fueron quienes nos permitieron la entrada y pudimos constatar que había dos obras en construccón: una, antes de ingresar a las celdas, y la otra en el patio. Sin embargo, no se nos dejó pasar a supervisar. Ahí fue donde los fugados hicieron el túnel. Los internos que quedaban tienen las llaves de las celdas. Hay 737 internos y sólo 15 custodios, lo cual hace imposible el control de esa cárcel.

A veces ni los custodios pueden recorrer todo el penal, ya que hay áreas vedadas. No sólo no hay seguridad interna, sino se ha vulnerado la externa, y no hay cómo impedir que lleguen comandos a sacar reclusos.