Ayer se apagó la vida del fotógrafo Humberto Zendejas (DF, mayo, 1933), quien por más de medio siglo se dedicó a inmortalizar a emblemáticos personajes del espectáculo, la cultura, los deportes y la política.

Luego de varios días de permanecer hospitalizado en un nosocomio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el artista de la lente, de 79 años, falleció a causa de un paro cardiaco, informó Gloria Maldonado Ansó, promotora cultural y encargada del rescate, preservación y difusión del archivo del fotógrafo.

El único pendiente que tuvo el maestro antes de fallecer fue que no se pudo definir el destino de los miles de negativos que integran su acervo, explicó Maldonado, Agregó que hay interés de la Fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por adquirir y salvaguardar el valioso material.

No obstante, explicó el investigador Horacio Muñoz, una de las prioridades del archivo es profundizar en el estudio del material, digitalizarlo y catalogarlo.

El archivo debe quedar en alguna institución que lo resguarde como patrimonio de México y los mexicanos, añadió Maldonado.

Curadora y dedicada al rescate de diversos archivos, encabeza un grupo de especialistas que empiezan a difundir el acervo del Caza estrellas.

La promotora cultural conoció a Zendejas en avenida Alvaro Obregón, en el sitio donde el artista vendía por necesidad sus fotografías. Entre los clientes-coleccionistas que acudían a comprar las fotografías se encuentran Carlos Monsiváis, Pedro Valtierra y Jaime Almeida.

Durante largo tiempo el maestro vivió de las ventas de sus fotografías, pero todo el material que tenía impreso se ha ido terminando debido a la enfermedad que lo mantuvo postrado, añadió.

Hace unos meses, en entrevista con La Jornada, realizada en su casa de la colonia Doctores, Humberto Zendejas habló sobre su vida. Dijo que se sentía abatido debido a las condiciones de conservación en que hallaban los miles de negativos de su acervo, y por su deteriorado estado de salud y el escaso dinero con que contaba para sobrevivir.

“Me destruí solito, porque dejé de hacer todo lo que hacía en mi vida por falta de salud; debí vender todos mis muebles, rentar el departamento y dejar todos mis negativos y el laboratorio –que está dentro de la misma habitación–, donde siempre trabajé”, dijo en esa ocasión.

Maldonado, quien halló los negativos guardados en cajas de zapatos, reiteró que lo que más atormentaba a Zendejas era el destino que tendría su archivo.

Sus últimos años los pasó con sus familiares, porque nunca se casó ni tuvo hijos y ya no pudo seguir solo en el camino, explicó la promotora cultural, que cada sábado acudía a casa del caza estrellas para platicar sobre sus hazañas pasadas.

Entre las emblemáticas imágenes, captadas desde la década de 1950, Humberto Zendejas recordaba con agrado y orgullo la serie que hizo a Marilyn Monroe en su visita a México.

De esa ocasión conservó 18 negativos de los cerca de 5 mil que conforman el gran acervo.

Zendejas se inició en el oficio aprendiendo a revelar en el taller de su padre. Después fue ayudante de un fotógrafo taurino.

También fue piloto, boxeador –sólo para defenderme en mi barrio–, fotógrafo de infinidad de artistas y al final de su vida de una famosa escuela de natación.

En 2009 montó la exposición Tal y como era: Marilyn Monroe en México, en las vitrinas de la estación Pino Suárez del Metro.

“Aunque se ha inmortalizado la foto de mi amigo Antonio Caballero –en la que Marilyn aparece sentada y sin ropa interior–, mis imágenes me gustan mucho y todavía tengo los negativos”, dijo Zendejas a este diario.

También recordaba con cariño su amistad con Emilio Indio Fernández y Tin Tan, con quien llegó a navegar en el Tintanvento, así como las veces que lo visitó Resortes en su casa.

Humberto Zendejas será velado en las capillas del IMSS, localizadas en la calle Dr. Lucío, colonia Doctores. Luego será trasladado al panteón Español.