Te sumerges en la selva de Tabasco y te encuentras con un cacaotero, disfrutas de sus bellas flores y las frutas que crecen directamente en sus tallos. Del fruto de este árbol nace la materia prima para elaborar el delicioso chocolate, dice la cédula que recibe al visitante en la exposición Ciencia con sabor a chocolate, que se exhibe en la plancha del Zócalo capitalino, como parte de la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, organizada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Esta exposición interactiva, resultado de una labor conjunta del Conacyt y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por medio de la dirección general de Divulgación de la Ciencia, se extiende sobre 500 metros cuadrados. María Emilia Beyer, curadora de la muestra, explicó que el propósito principal es mostrar todo lo que a lo largo de la historia involucra el consumo del chocolate.

En la primera sección están las características del cacaotero, dónde crece, qué condiciones climáticas requiere y, principalmente, cómo es que México se considera el centro de origen del Theobroma cacao. Este derecho lo ganó porque fue en nuestro país donde nació y se domesticó ese árbol. En la actualidad son cuatro las entidades que producen cacao: Tabasco (70 por ciento), Chiapas (29 por ciento) y Oaxaca y Guerrero (uno por ciento).

La segunda sección proporciona información acerca de la importancia del cacao para las culturas maya y azteca, cuando el dinero se daba en los árboles de Mesoamérica y era símbolo de estatus poder disfrutar una bebida elaborada con cacao. Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dieron asesoría para monta esta parte de la muestra.

Otra de las secciones se dedica a la explicación del proceso de producción del chocolate; mediante un video se transporta al visitante a un viaje por la hacienda Jesús María de Tabasco, en el que se puede ver cómo se fabrica el chocolate, cómo se saca el grano del fruto, el proceso de fermentación en el que los microorganismos trabajan para crear el producto perfecto.

Finalmente, está la información gastrónomica. En este espacio se dan consejos para distinguir un buen chocolate, para lo cual reconocidos chefs compartieron sus conocimientos sobre el cacao.

También se desmitifica este postre. El biotecnólogo Agustín López-Munguía, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y asesor de la exposición, describe la composición química del chocolate como un arsenal de sustancias. Encontramos alcaloides, como la cafeína, con efecto estimulante; polifenoles, que son antioxidantes; activadores como la anandamida, que actúan en las conexiones neuronales, y compuestos volátiles que le confieren su característico aroma y sabor, explica.

María Emilia Beyer comentó que la exposición, que cerrará en el Zócalo capitalino el 29 de septiembre, se planeó desde hace siete años en la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, pero no se concretó hasta ahora, con el patrocinio del Conacyt.

Si se quedó con el antojo de verla porque no puede asistir al Zócalo, la muestra se exhibirá desde 12 de diciembre próximo en el Museo de las Ciencias, Universum, como parte de los festejos por su 20 aniversario.