Texcoco, 28 de septiembre. Investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) lograron producir harina mediante la fabricación intensiva de lombriz, al aprovechar los desechos orgánicos.

La investigación, que llevan a cabo desde hace tres años los académicos Margarita Valdés Hernández y Juan Vidal Bello, permitirá combatir la desnutrición en niños y adultos mayores.

Con la lombriz compostera se puede obtener harina para elaborar galletas, tortillas, horchatas, yogurt y golosinas con alto contenido proteínico.

Los especialistas explicaron que para obtener el fertilizante líquido o humus, se colocan camas de tierra donde se ponen los desechos de frutas como sandía, piña, naranja, melón, jitomate y tomate con cáscara.

Posteriormente, se colocan algunas lombrices rojas californianas, que se reproducen en estos espacios, los cuales se cubren con paja para evitar que los pájaros se coman a las lombrices, además de que se revisten con una maya o plástico.

Destacaron que durante tres meses, de manera periódica, se introducen los desperdicios de estas frutas y hortalizas, mismas que deben estar en óptimas condiciones para evitar que mueran las lombrices.

Durante este periodo se obtiene poco a poco el lixiviado (jugo de la composta) y la lombricomposta que puede ser utilizada como fertilizante para los cultivos de hortalizas, frutales, plantas y flores.

Al término del trimestre se separan las lombrices para meterlas con otra tierra trabajada con nutrientes y cascaron de huevo que aporta calcio a los anélidos.

Juan Vidal indicó que después se colocan en cajas acondicionadas con plásticos, madera, maya metálica y costal, para obtener un espacio donde circula el oxígeno y evitar que se pudra la composta. Durante un periodo adecuado se alimentan las lombrices con los nutrientes proteínicos.

De esta manera, se obtienen tres productos: el humus líquido, la lombricomposta (lombriz) y la carne de la lombriz (harina de lombriz).

Detalló que los anélidos son separados nuevamente para ser lavados con agua y sal, donde finalmente mueren; luego se colocan en lugares frescos para obtener un producto disecado, la carne, la cual se muele para obtener la harina, con la que se obtienen cápsulas, pan, galleta, tortillas con un contenido proteínico de 65 por ciento.

La investigación se encuentra prácticamente en la parte final de corroboración de resultados, en particular el desarrollo de lombrices en un ambiente inocuo, es decir, libre de bacterias, descartar presencia de nitritos y confirmar alto contenido proteico, de manera que podría empezar a comercializarse este año.

Los investigadores abundaron que el humus líquido se utiliza para fertilizar plantas, ya sea la hoja o la tierra. La lombricomposta naturalmente va al suelo; y la harina de lombriz tiene dos destinos: uno el consumo humano y otro la alimentación de animales, como conejos, camarones, peces, aves y hasta perros.

En el caso del consumo humano se recomienda para los niños y adultos mayores, para incorporar proteína, sobre todo en casos críticos de desnutrición, donde se haría un gran aporte; incluso se recomienda para deportistas, como complemento alimenticio, expresaron los especialistas.