Panorama regional
Martes 2 de octubre de 2012, p. 28
Tras un repunte inducido por medidas políticas en 2010, el crecimiento en América Latina (AL) se redujo a 4.3% en 2011. Para 2012 se prevé otra disminución a 3.1%, en un contexto de contracción en la zona euro y crecimiento menor del esperado en EU. Hemos hecho una nueva revisión a la baja en nuestro pronóstico para Brasil, que al ser la mayor economía del subcontinente influirá en el crecimiento regional este año. Prevemos que el crecimiento se acelerará hasta un promedio de 4.1% en 2013-17, sostenido por políticas macroeconómicas sensatas en la mayoría de los países, resistente demanda doméstica y recuperación de la actividad económica en países de la OCDE.
Las economías sudamericanas continuarán recibiendo el apoyo de la demanda china de productos primarios duros y blandos, si bien el periodo de incrementos sostenidos en precios y volúmenes ha llegado a su fin. Las tasas de interés históricamente bajas de la OCDE, junto con una mejor percepción del potencial regional por los inversionistas, continuarán beneficiando a las economías latinoamericanas que están bien integradas en los mercados financieros globales. El balance regional es sólido, lo cual reduce el riesgo de dificultades relacionadas con el pago del servicio de la deuda. La deuda externa es mucho menor respecto del PIB, y las reservas en divisas extranjeras están en niveles sin precedente.
Sin embargo, la fuerte demanda doméstica ha llevado a que AL tenga ahora un déficit en cuenta corriente, el cual prevemos que llegue a 93 mil mdd (1.7% del PIB) en 2011, en comparación con un superávit de 16 mil mdd en 2007. Esto ha incrementado la vulnerabilidad de la región a cambios en el sentimiento del mercado y se ha reflejado en renovadas presiones sobre las divisas. Sin embargo, sería bueno que los encargados de las políticas en AL se apartaran de un prolongado periodo de apreciación de sus divisas, pues ayudará a restaurar la competitividad. No se prevé que cualquier periodo inflacionario debido a la depreciación de divisas sea serio, dada la débil demanda mundial. Además, la mayoría de los precios de los productos primarios habían estado bajando hasta fechas recientes, con excepción de los productos blandos, que podrían ser fuente de presiones sobre los precios en la región en el segundo semestre de 2012.
El crecimiento en Brasil, la mayor economía de la región, se redujo a 2.7% en 2011, el peor desempeño en el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y un fuerte descenso luego de la expansión de 7.5% que tuvo en 2010. La economía siguió siendo débil en el primer semestre de 2012, en particular en manufacturas, donde la producción se contrajo en los cinco primeros meses. Las ganancias secuenciales en la producción manufacturera en junio-julio sugieren que tal vez se ha alcanzado un punto de quiebre en el ciclo económico brasileño. Mantenemos la opinión de que la liberación monetaria y las medidas de estímulo llevarán a un repunte en la segunda mitad de 2012, pero hemos reducido nuestro pronóstico de crecimiento del PIB para 2012 de 2 a 1.5%, a la luz de las tendencias a la fecha y de los vientos en contra que Brasil continúa enfrentando.
México: retorno del PRI
En México, el PRI, que gobernó sin interrupción durante siete décadas, está de vuelta en el poder luego de un hiato de 12 años, al declararse a Enrique Peña Nieto ganador de la elección presidencial de julio. Las presidencias de los panistas Vicente Fox (2000-06) y Felipe Calderón (2006-12) resultaron una desilusión. Debido en parte a la falta de avance en reformas, a una pérdida de participación en el mercado estadunidense ante otros productores de menor costo y al incremento de la violencia relacionada con las drogas, la economía mexicana experimentó un prolongado periodo de crecimiento menor de lo esperado. Sin embargo, ha habido signos de recuperación en los dos años pasados: México, eclipsado por Brasil durante gran parte de la década pasada, superó el desempeño del país amazónico en 2011 y este año lo hará de nuevo.
Luego de una expansión de 1.3% (ajustada estacionalmente de trimestre a trimestre) en el primer trimestre, el PIB creció 0.9% en el segundo. Si bien esperamos que el crecimiento se debilite durante la segunda mitad de 2012, en parte debido a una torpe expansión en EU (principal socio comercial y de inversión de México), la demanda doméstica seguirá siendo sólida, apoyada por el crecimiento del crédito e incrementos en el empleo formal. En particular, el sector maquilador se ha desempeñado bien, al expandir ventas a EU por mejoras en la productividad y una recuperación de competitividad frente a China, donde los costos laborales se han elevado. La industria mexicana del automóvil se ha beneficiado de un aumento de las ventas en EU, y la confianza en las perspectivas futuras está llevando a los fabricantes a invertir en nueva maquinaria y equipo, lo cual hace una aportación positiva al PIB.
El resultado del PIB en el segundo semestre fue acorde con nuestra previsión de crecimiento de 3.7% para 2012. Asumiendo cierto avance en las reformas estructurales, prevemos que la economía mexicana crecerá a un promedio de 3.7% anual en 2013-17.
Pese al mejoramiento en la economía experimentado desde 2010, el crecimiento permanece inferior al potencial. México sería capaz de un crecimiento más rápido si avanzara en las reformas políticas y económicas (relativas a mercado laboral, seguridad, impuestos, energía y educación). La agenda de reformas del nuevo gobierno tomará forma en los próximos meses, con negociaciones preliminares entre el PRI y el PAN en campos como energía y reforma laboral, donde los dos partidos tienen terreno en común (por ejemplo, sobre una oferta pública inicial para Pemex, tomando como modelo la de Petrobras en Brasil). Persistentes cuellos de botella, como una limitada disponibilidad de crédito para empresas pequeñas y medianas y una baja recaudación fiscal, limitarán la inversión y el crecimiento a largo plazo. La reforma fiscal propuesta y una expansión del papel de los bancos de desarrollo podrían aliviar algunas de estas restricciones. Sin embargo, no es seguro que el nuevo gobierno logre superar el estancamiento legislativo y realizar avances en esas y otras reformas necesarias, entre ellas romper el poder de los monopolios en sectores como las telecomunicaciones.
Elecciones en Venezuela
La escena política venezolana está dominada por la elección presidencial de este mes. El presidente Hugo Chávez va adelante en las encuestas; su relección implicaría la continuación de sus políticas económicas poco ortodoxas. Aun en caso de una victoria del candidato opositor, Henrique Capriles, la fuerte presencia chavista en la legislatura –el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tendrá mayoría simple en la Asamblea Nacional hasta 2016– limitaría las reformas judiciales y políticas que desearían los empresarios.
Prevemos que la economía venezolana crecerá 5% en 2012, dada la inversión pública financiada por el petróleo y el crecimiento del consumo doméstico (impulsado por una inflación menor que en años anteriores). Sin embargo, a mediano plazo el crecimiento se mantendrá por debajo del potencial; al decaer el gasto público y la inversión después de las elecciones y volver a elevarse la inflación, prevemos que el crecimiento del PIB se reducirá a apenas 1.4% en 2013, antes de alcanzar un promedio de 4.3% en 2014-17.
Traducción de textos: Jorge Anaya