Como buena economista, Ana Colchero encuentra y analiza todas la variables de un acontecimiento. Luego, en su faceta de escritora, lleva al límite esos hallazgos, los mezcla, juega con ellos, los arropa con filigrana literaria y presenta Los hijos del tiempo (editada por Suma de Letras), novela futurista, de ciencia ficción, oscura, de aventuras, pero con una enorme crítica al acontecer actual.

La crisis económica y social que afronta el planeta es la premisa de Colchero. En su relato, los atentados del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas abren el camino de una nueva era: la neohistoria, en un mundo dominado por una élite que manipula los hilos de la sociedad, al grado de emprender un exterminio de los parias que ponen en peligro su supremacía ideológica y monetaria.

Los supervivientes de la llamada Cruzada final son expulsados a las alcantarillas, las sombras y la humedad, alimentándose de los desperdicios de quienes viven en una felicidad artificial.

La única opción que tienen para intentar una revolución en pos de la justicia y libertad está en los libros.

“Tardé muchos años construyendo la historia, procurando el mayor cuidado en la escritura, porque se trata de una historia futurista, la cual, si no eres muy claro, se puede malentender.

“La inicié a finales de 2004, cuando vivimos la entrada bestial de la tecnología, aunque desde la caída de las Torres Gemelas pensé que estaba por gestarse otro mundo, percibí que la crisis venía, me decían que estaba loca, que íbamos a estar mejor que nunca, pero yo decía ‘no, las variables económicas anuncian que esto va a ser devastador’. Fue entonces que decidí escribir lo que estaba viendo”, explica la escritora en entrevista con La Jornada.

Competencia hombre-máquina

Ana Colchero recuerda que a finales de 2007 llevó su novela a una editorial y le preguntaban por qué era tan oscura: “les respondía, ‘porque esto va a pasar’, pero ellos insistían en que no. Ahora no sólo vivimos una crisis económica, sino más profunda en muchos aspectos. Estamos en un periodo de transición, entre todo lo que ofrece la tecnología y una realidad en la que hay personas que trabajan, por necesidad, en cosas en las cuales podrían ser suplidos por una máquina. Se trata de una competencia muy dura”.

Ante ese panorama, añade, hay que tenerle fe, más que a la literatura, al conocimiento. Por eso Internet me parece la biblioteca de Alejandría más maravillosa de la historia de la humanidad. Al escribir este libro hice una suerte de tutorial de física, de astronomía, de química. Fue un gozo, sobre todo, encontrar a muchos científicos y estudiosos descubriendo cosas, pero metidos debajo de la alfombra porque el mainstream no quiere que se conozcan demasiado.

Ana Colchero durante la entrevista con La JornadaFoto Cristina Rodríguez

La autora de Los hijos del tiempo considera que en el ambiente flota el espíritu del cambio, de la transformación, en parte por la tecnología, para tratar de ver las cosas de otra manera. La tecnología nos marca el camino pues, finalmente, es la inteligencia humana aplicada a nuestro bienestar. Si alguien se la apropia y jode a los demás no es culpa de ella, por eso hay que defenderla.

Capitalismo agónico

La Cruzada final que Ana Colchero describe en su novela, afirma, “es una muy posible realidad, es horrible decirlo, pero en el mundo está claro que hay fuerzas que quieren una guerra de destrucción para quitar de en medio a muchos, destruir riqueza y volver a crear acumulación, para revitalizar el capitalismo, que está agónico.

“Sentimos esa opresión no sólo en México, pues en varios países es la misma sensación. Para este sistema sobramos millones de personas, pero para otro tipo de sistema, donde lo que se busque es el beneficio de las personas, no sobramos, porque la capacidad tecnológica hoy nos daría de comer cinco veces a los miles de millones de seres humanos que hay en la Tierra.

Depende de nosotros qué vamos a hacer. Hay que apostarle a un sentido de comunidad. Hemos perdido la noción de lo colectivo. Esa soledad, al estar recluidos en nuestras celdas que llamamos casas, en la que no se promueve la colectividad, es la mejor manera de rompernos. Lo creo porque he vivido momentos de solidaridad hasta las lágrimas, por ejemplo en Chiapas, cuando fuimos por los desplazados, esperábamos a 300 y llegaron 3 mil. Estando juntos logramos salir, no mataron a nadie a pesar de que nos rodeaban los rifles y las amenazas. Contra eso, ¿quién puede?, concluye la narradora.

El libro Los hijos del tiempo, de Ana Colchero, será presentado el martes 9 de octubre a las 19 horas en el foro Expresarte, de la Librería Gandhi Mauricio Achar (avenida Miguel Ángel de Quevedo 121, Chimalistac). Participarán Fabrizio Mejia y Antonio Attolini.