En el ocaso de sus carreras, los ex campeones mundiales Rafael Márquez y Cristian Mijares se darán la oportunidad de buscar un título mundial, pues el ganador de la contienda, el próximo 27 de octubre en la Arena Ciudad de México, se proyectará hacia la búsqueda de un cetro por definir entre supergallo y pluma, y el perdedor se vería en una situación complicada por su veteranía.

De resultar perdedor, Márquez, de 37 años, admitió que pensaría en el retiro, palabra que Mijares, de 31, no quiso mencionar, convencido de que saldrá adelante del duelo que sus promotores presentan como parejo, intrigante, de poder y sin claro favorito.

En la función también se presentará el ex campeón Édgar Sosa, quien se medirá con el coreano Miun Ju-li en su intento por recuperar el cetro supermosca.

Márquez, campeón de la Federación Mundial de Boxeo 2003 con siete defensas, y de manera efímera monarca supergallo del Consejo Mundial de Boxeo en 2007, se mantiene firme en el intento de alargar su carrera, que destacaría por los cuatro enfrentamientos dramáticos que sostuvo frente a Israel Vázquez, en una rivalidad que se selló con equidad de dos victorias.

Mijares es un peleador fuerte, hábil, que se ha visto muy bien arriba del cuadrilátero, pero tuve la oportunidad de salir avante en esta pelea, indicó Márquez, entrenado por el legendario Daniel Zaragoza.

Mijares ostento los títulos supermosca del CMB en 2006 (con una defensa) y 2007 (seis defensas), para unificarlo en 2008 con el cetro versión Asociación tras derrotar a Jorge Travieso Arce, quien asistió a la presentación y se reportó listo para contender en el futuro con cualquiera de los dos.

Lejos de los acostumbrados retos que suelen utilizar los boxeadores, en gran medida para promocionar la función, ambos manifestaron respeto mutuo, e incluso Mijares agradeció a Márquez la oportunidad.

“Tengo un gran compromiso hacia Rafa, que se le admira, que es un gran peleador, así que estoy preparándome fuerte, creo que al 200 por ciento de lo que siempre lo hago”, señaló Mijares.

Como todos sabemos, el que gane esta pelea irá por cosas grandes, así que daremos todo en el cuadrilátero para seguir en esta carrera y en ascenso. Será una guerra allá arriba, anotó el Diamante Lagunero.

El promotor Fernando Beltrán señaló que aún no está definido el rival ante el que contendría el que resulte victorioso: Primero veremos cómo se sienten en cada peso, pero al ganador le daremos las facilidades de ir por el título que más le convenga.