l concierto que Caifanes ofrecerá este domingo 7, más otros que cerrarán la gira de rencuentro que esta emblemática banda mexicana inició en el Vive Latino 2011, fue el pretexto para una cálida charla con Alejandro Marcovich, quien abordó temas que lo inquietan en este nuevo periplo.

Marcovich se nota alegre, sereno, con muchas ganas de trabajar, estable de salud, tras haberle sido extraído un tumor cerebral en 2010, hecho que lo marcó para saber aprovechar cada momento, vivir plenamente. Los reflectores suelen acaparar al cantante y letrista Saúl Hernández, alma del grupo, pero la clave sonora de Caifanes a partir de su segundo álbum (Caifanes Volumen 2, 1990, conocido como El diablito), está en el estilo de este guitarrista, quien sumó las cadencias del son mexicano y los ritmos latinoamericanos a la distorsión urbana de una generación. El reto ahora es trascender la nostalgia.

En medio de la difícil situación que atraviesa México, Marcovich, quien llegó de Argentina a los 13 años a Puebla (donde es inevitable escuchar ecos del son huasteco y hasta jarocho), dice que su mayor compromiso es con la música: “eso es ya una postura política; comprometerte a fondo con tu forma de hacer arte, en un concierto, un disco. Me disgustan los grupos con discursos políticos fuertes, cuyo discurso musical es pobre. Me parece endeble, incongruente, ser mal artista y gritar consignas contra los que hacen mal su trabajo. Yo he optado por la propuesta de mi oficio: en mi caso, seguir retomando la música latinoamericana, lo cual es también una postura política: defender una identidad, una cultura. Pude ser un guitarrista de blues, pero elegí que estos otros acentos impregnaran mi estilo, y no he pasado a otra cosa: lo he ido perfeccionando y profundizado. Es una propuesta personal, no una moda. Si a eso sumas lo que dice Saúl en el escenario, en las letras, todo se complementa y por algo muchos se identifican. Aunque finalmente un concierto es entretenimiento; no sé qué tanta contundencia política pueda tener…”, revira reflexivo.

Jóvenes otra vez

A un año y siete meses de la reunión de Caifanes, habla en retrospectiva: Tras ese Vive Latino aparecieron muchas ofertas; no lo planeamos ni pensamos que fuera a ocurrir. Fue difícil negarse. La respuesta de ese concierto nos dio ánimos para seguir. El sabor de boca fue muy agradable, pero no fue un asunto de nostalgia, sino una energía renovada. Todos estábamos vigentes en nuestros instrumentos: rencontrarnos con ese viejo material, en un nivel profesional más maduro, fue interesante. ¡Ya llevamos como 60 conciertos! Pensamos que en esta gira nos vendría a ver gente de 30 años o más, pero la mayoría son menores. No sé cómo leerlo: si tuvo trascendencia lo que hicimos, o hay una magia que se mantiene, o nos conocen por Internet, o les gustábamos cuando tenían cinco o siete años. Es una sorpresa, me entusiasma mucho. Nos hace sentir jóvenes otra vez.

La reconciliación de dos amigos

El rencuentro de Caifanes, con la alineación que generó su sonido más identificable: Saúl, Alejandro, Alfonso André, Sabo Romo y Diego Herrera, parte de la reconciliación de los dos primeros. Algunos opinan que es sólo negocio. Alejandro defiende lo primero: “La idea de seguir con Caifanes existía hace mucho, pero nuestra relación estaba quebrada. Mi problema de salud hizo que Saúl me escribiera un mail deseándome éxito en la operación. Meses después nos vimos y platicamos muchísimo. Me era importante esa reconciliación, más que si volvía o no el grupo. Eso fue consecuencia. Por años esa amistad truncada no dejó de rondar mi cabeza. Son cosas que no te dejan en paz. Ahora disfrutamos de nuevo la música: lo que nos unió al principio. Nos tiene muy conectados. Estoy muy contento”.

Miedito

Con todo, crear nuevas canciones se vuelve imperante. Concluye: “Cuando terminemos esta gira veremos qué pasa. No vendría al caso seguir tocando lo mismo. No hemos puesto fechas de trabajo, pero veo que sí se va a dar. En los conciertos hay un espíritu muy positivo, esencial para crear. Si lo estuviéramos haciendo sólo como chamba, qué hueva; pero no es así. La energía está ahí. Estoy seguro de que cuando entremos a un cuarto de ensayo, saldrán cosas interesantes. Pero como hemos sido un grupo con un estilo muy marcado, aún no sé si daremos continuidad o haremos algo diferente: es un gran reto y no es que nos dé miedito pero… sí impone”.

Caifanes actuará el domingo 7 en el Centro de Convenciones Tlalnepantla (Mario Colín y Roberto Fulton, San Lorenzo, Tlalnepantla. 18 horas, $250, $400 y $600). En octubre: 5, Tlaxcala; 6, Querétaro; 20, Guanajuato; 26, Guatemala; 27, Panamá; 28, Costa Rica; noviembre 9, Monterrey. caifanes2012.com/

Elenco y horarios del MUTEK_MX, y demás recomendaciones de conciertos: patipenaloza.blogspot.com

Twitter: patipenaloza