Familiares afirman que el profesor tzotzil recibe ahora una atención cuidadosa y digna
Especialistas advierten que no debe apresurarse el traslado del fundador de la Voz del Amate
Jueves 11 de octubre de 2012, p. 20
El profesor tzotzil Alberto Patishtán Gómez fue intervenido quirúrgicamente el lunes de un tumor cerebral benigno, que ocupaba ya cuatro centímetros dentro de su cráneo, encima de la hipófisis. Se reporta que se encuentra estable el también preso de conciencia en Chiapas, fundador del grupo la Voz del Amate, adherente de la otra campaña y defensor de los derechos de los presos.
La intervención, que duró cinco horas, se efectuó en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez, ubicado en la capital del país, y estuvo a cargo de Miguel Ángel Celis, director médico de neurocirugía en dicha institución.
De acuerdo con los familiares de Patishtán, el paciente ha recibido atención cuidadosa y digna, y aunque las autoridades chiapanecas presionan para retornarlo cuánto antes a su estado de origen, los especialistas sostienen que, si bien la operación fue exitosa, su recuperación es lenta y no debe apresurarse el traslado.
Contrasta el manejo médico que ha recibido ahora con la descuidada atención que padeció en el pasado. Al parecer el tumor, que no pudo ser retirado en su totalidad, llevaba alrededor de 10 años alojado en la cabeza de Patishtán, encarcelado en 2000 como único acusado de la matanza de siete policías. Los cargos han probado ser falsos.
Su prisión de ya 12 años es producto de una venganza política, y la necesidad
de que alguien pague por aquellas muertes policiacas en una emboscada nunca aclarada en la carretera Simojovel-El Bosque.
La tumoración afectó la visión de Patishtán de manera progresiva, sin que las autoridades carcelarias ni los médicos que ocasionalmente lo atendieron acertaran en el diagnóstico.
Tampoco ocurrió en el penal federal de Guasave, Sinaloa, donde pasó varios meses entre 2011 y 2012 sin otro motivo que castigarlo por su activismo en el Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados en San Cristóbal de las Casas, donde hace un año participaba en una huelga de hambre, ayuno y oración de presos indígenas que demandaban su libertad, argumentando convincentemente que sus condenas son infundadas.
Ante la presión de organismos civiles a escala internacional (en consulados y embajadas de México) y la reiterada exigencia de atención médica y libertad para Patishtán, éste fue trasladado el 25 de septiembre al hospital Vida Mejor, en Tuxtla Gutiérrez, ya con el diagnóstico de tumor cerebral. Pero el enfermo se negó a ser intervenido allí, donde en 2006 pasó seis meses esposado a una cama sin diagnóstico acertado ni tratamiento. Exigió ser atendido en el INNN, y así fue.
El caso legal de Patishtán, así como su lucha por su libertad y la de sus compañeros, presos injustamente como él, es ya emblemático. El pasado día 3, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por conducto de la ministra Olga Sánchez Cordero, accedió a considerar una eventual revisión de su sentencia, a una petición excepcional de su defensa, encabezada ahora por el abogado Leonel Rivero.