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Afecta a 100 niños en el mundo el envejecimiento prematuro
 
Periódico La Jornada
Jueves 18 de octubre de 2012, p. 2

La investigación sobre las causas del envejecimiento prematuro, enfermedad incurable que afecta a unos cien niños en el mundo, llevó al investigador Carlos López Otín, a descubrir tres alteraciones genéticas que la explican, así como a comprender que si bien en personas sanas el envejecimiento es inexorable, la longevidad es plástica.

La humanidad no ha evolucionado para ser inmortal, pero sí es posible vivir mucho o bastante más de lo que vive la media de la especie. Y es que no hay barreras biológicas que impidan alcanzar los 122 años de edad como mínimo, que son los que vivió la francesa Jeanne Calment, afirmó.

Desde la perspectiva de la genética, ahora se sabe que algunos genes se han impuesto durante la evolución, los cuales nos favorecen en la edad temprana, pero tienen un lado oculto que nos perjudica en la edad tardía.

Límites de la plasticidad

La ciencia busca los límites de la plasticidad mediante alteraciones genéticas, reprogramaciones epigenéticas (por interacción entre genes y ambiente) o intervenciones farmacológicas. En los tres campos hay algunos avances en modelos animales o celulares; aún falta ver si se pueden extrapolar a los humanos, indicó.

Las investigaciones han encontrado más de 150 polimorfismos (variaciones genéticas) que favorecen la longevidad o la pueden reducir, dependiendo de las condiciones de vida de cada persona. Influyen diversos factores moleculares, si la persona tiene hijos o no, la alimentación y aspectos ambientales.

Si esos factores se pueden corregir, modificar o modular, podrían dar longevidad. Un primer paso en esta ruta es el descubrimiento del científico japonés, Shinya Yamanaka, ganador del Premio Nobel de Medicina 2012, sobre la reprogramación celular.

Su hallazgo consiste en la posibilidad de reprogramar las células y volverlas atrás en el tiempo hasta una etapa embrionaria con potencial para desarrollarse nuevamente en casi cualquier tipo celular.

En el ámbito de la farmacología, las investigaciones apuntan a incidir como miméticos de restricción calórica. En cuanto al envejecimiento patológico, conocido como síndrome de Hutchinson-Gilford, el investigador explicó que los afectados nacen de manera normal, pero a los dos años el reloj de la vida se acelera y mueren alrededor de los 15. López Otín y su grupo desarrollaron un tratamiento que ayuda a los afectados a mejorar su calidad de vida.