Eran campeones del mundo y perdieron sus cinturones. Recuperarlos no es fácil: Cristian Mijares –después de una estrepitosa derrota– se hundió en un marasmo del cual no parecía encontrar salida; Rafael Márquez se entregó con pasión en una sangrienta tetralogía ante Israel Vázquez, que tuvo un alto costo físico y debió apartarse temporalmente de los cuadriláteros.

Ahora, Mijares y Márquez se verán las caras el próximo sábado en la Arena Ciudad de México, donde disputarán el cetro supergallo plata del Consejo Mundial de Boxeo, un cinto menor, pero que ambos ven como la oportunidad para volver a pisar fuerte en el boxeo de élite y retomar sus carreras rumbo a un título mundial.

No somos cartuchos quemados como mucha gente nos quiere ver, dice Mijares, durante una firma de autógrafos en la que convocaron a cientos de aficionados ansiosos por llevarse una foto o la rúbrica de un par de célebres ex monarcas.

Somos ex campeones ante la oportunidad de volver a las grandes ligas; yo sobre todo puedo renacer en este combate y es lo que espero demostrar, que vengo mejor que nunca para volver a ser un campeón.

El duranguense no se siente ofendido por quienes lo ven como un peleador que ya tuvo su momento y que difícilmente tiene algo que ofrecer; asegura que esa desconfianza sirve de escenario perfecto para regresar de manera espectacular. No lo intimida si enfrente tiene al Rafael Márquez más violento que se conoce, sólo anticipa que puede convertirse en una gran batalla por el perfil de ambos contendientes y por el hambre con que llegarán este sábado.

En el extremo de la mesa, Márquez firma sus fotos y se deja retratar por los aficionados que le extienden cualquier cosa para registrar la rúbrica; hasta una foto de Vázquez le extiende un despistado.

Ya le di cuatro madrizas a ése, ¿a poco quiere la quinta?, bromea. Cambia el tono y se pone serio: Yo me alejé un tiempo tras esas peleas porque así es el boxeo, peleé por un título ante Toshiaki Nishioka, pero me robaron la pelea, todos lo vieron, dice molesto.

Márquez tampoco piensa que ya dio lo mejor y por eso la contienda ante Mijares le resulta significativa, porque es uno de los pasos previos para disputar por un título mundial, además de que se enfrenta ante un nombre conocido.

No me retiré, sigo avante y todavía puedo demostrar que tengo mucho que ofrecer en el boxeo de élite, en el que se pelea por grandes bolsas, asegura.

Por eso no titubea al afirmar que las aspiraciones de su rival no podrán concretarse, es arriesgado y sostiene que lo noqueará. Mijares está en riesgo de perder todo definitivamente, amenaza.

En ese mismo tono, el entrenador de Márquez, Daniel Zaragoza, comenta que a pesar de que su pupilo no es el mismo de antes, hoy es un peleador en excelentes condiciones y anticipa que no sólo le hará pasar una mala noche a Mijares, sino que lo dejará en la lona.

Yo le dije: hay que venir con decisión, a conseguirlo de manera indiscutible, si no es así, mejor ya retírate, pero está convencido de que quiere volver a ser el mejor.