Chile ensaya contra sismos
antiago. En Chile, uno de los países más sísmicos del mundo, se vive con una certeza: en cualquier momento puede ocurrir un terremoto. Y con esa premisa, escuelas, constructores y sociedad en general se preparan para enfrentar de la mejor forma una eventual tragedia.
Agacharse, cubrirse y afirmarse
, ordena a un grupo de niños pequeños, Angie Farías, del programa de protección civil de la Oficina Nacional de Emergencias (Noemí), cuando comienza a moverse con fuerza una vivienda en la que se simula un terremoto.
Al interior de sus cuatro pequeñas habitaciones, vasos, platos, floreros, sillas y mesas se mueven de lado a lado; los niños se agachan, cubren sus cabezas con sus manos y se afianzan de donde pueden.
Algunos ríen, pero otros se ponen muy nerviosos, porque recuerdan lo que vivieron junto a sus familias la madrugada del 27 de febrero de 2010, cuando un sismo de 8.8 grados Richter, seguido de un tsunami, sacudió el centro y sur de Chile, dejando 525 víctimas y daños por 30 mil millones de dólares (18 por ciento del PIB).
Los niños acá vienen a vivirlo, dimensionarlo en vivo, sobre todo con el simulador sísmico que les permite a algunos evocar o recordar lo que pasaron el 27 de febrero y cómo poder manejarse de mejor manera para enfrentar un siguiente terremoto
, explica Farías.
Cuando conocen, actúan con calma y saben qué hacer
, dice Farías.
Con el recuerdo fresco aún del último terremoto, atizado con réplicas que todavía se perciben, los chilenos están cada vez más atentos a la información sísmica y dispuestos también a tomar medidas de prevención.
En la ciudad de Antofagasta (1.200 km al norte de Santiago) fueron instaladas siete sirenas para alertar a la población en caso de que se suscite un tsunami.
Afp