Miércoles 24 de octubre de 2012, p. 28
Pekín. Unos 500 universitarios y ex funcionarios chinos pidieron ayer al Parlamento que no excluya de sus filas al dirigente depuesto chino Bo Xilai, al afirmar que las acusaciones en su contra son políticas. En una carta abierta publicada en Internet, los signatarios consideran chocante
que hayan sido violados
los derechos fundamentales
de Bo Xilai –cuya acción al frente de la metrópolis de Chongqing elogian–. En agosto, su esposa Gu Kailai fue condenada a muerte con la pena en suspenso –equivalente a cadena perpetua–