San Francisco, 29 de octubre. La ciudad de San Francisco no durmió la madrugada del lunes en medio de los festejos por el triunfo de los Gigantes en la Serie Mundial de beisbol y se prepara para ofrecer el miércoles un gran recibimiento a los flamantes campeones.

Los aficionados abarrotaron las calles y la emoción por el título desencadenó por momentos algunos hechos violentos.

Pasada la medianoche, los fanáticos se mantuvieron frente a los televisores en casa o pantallas gigantes instaladas en espacios públicos de la ciudad, a la espera de la victoria ante Tigres, que se concretó después de 10 emotivas entradas, con la presencia de más de 42 mil fanáticos en el Comerica Park de Detroit.

La serie concluyó por barrida de 4-0 en favor de San Francisco, cuando los pronósticos apostaban por Detroit por su elevado poder ofensivo y el triunfo previo ante los emblemáticos Yanquis de Nueva York.

Con la victoria, los vehículos sonaron sus bocinas y miles de personas se abrazaron, la cerveza salió disparada a chorros y el cielo se pintó de fuegos artificiales, en una celebración que duró varias horas.

Las autoridades reportaron actos vandálicos, como el incendio de un autobús y un auto volcado por la muchedumbre, además de destrozos en comercios locales y en autos estacionados.

La euforia se convirtió en disturbio en algunos sectores, donde encendieron sillones, letreros y puestos de revistas, por lo cual los bomberos tuvieron que entrar en escena para apagar los conatos de incendio.

Los hechos dejaron varios detenidos, pero las fuerzas del orden no precisaron el número de arrestos.

Varios espacios públicos repetían la escena: gente saltando que se abrazaba, bañados en cerveza y en medio del escándalo de petardos que explotaban para anunciar el nuevo título, apenas dos años después de la reciente celebración.

El alcalde de la ciudad, Ed Lee, anunció que el miércoles a las 11 de la mañana se realizará el desfile de los monarcas, con recorrido desde Market Street hasta la Civic Center Plaza.