los 86 años, murió Salvador Canchola Pérez, víctima de cáncer, después de vivir una fructífera vida como sacerdote, activista social, padre de familia, dirigente político y, sobre todo, educador popular.
Nacido en el estado de Guanajuato en una familia católica tradicional, estudió para sacerdote en Morelia y se integró al clero católico. Como parte de su labor sacerdotal de varios años de trabajo se vinculó al Secretariado Social Mexicano, organización dedicada a la promoción y a la educación como parte de la acción social de la Iglesia.
A mediados de los años 70 su compromiso con la opción preferencial por los pobres lo conduce a separarse del ejercicio sacerdotal, se casa y funda con Rosita, su esposa, una familia, trasladándose a Colima. Ahí se desempeñó como director del Centro de Capacitación para el Desarrollo Rural, desde el que se expandió junto con sacerdotes y agentes pastorales. Animó la formación de numerosos grupos comunitarios, en el territorio de las diócesis de Colima y Ciudad Guzmán, proporcionando un importante servicio de concientización social y apoyo en la organización a colectivos de inspiración católica y política en el sur de Jalisco, Colima y costa de Michoacán.
Esta semilla, abonada por el trabajo de animadores laicos y sacerdotales, así como de activistas de izquierda, fructificó con el tiempo en importantes experiencias de lucha indígena, campesina y popular en la sierra de Aquila, Coahuayana, Armería, Manzanillo, Colima, Tonila, Tuxpan, Ciudad Guzmán, Zapotiltic, Sayula, San Gabriel, San Isidro y Copala. En 1981 Chava se integró al equipo político animador del Movimiento Revolucionario del Pueblo, fundó la Unión de Colonias Populares de Tuxpan, Jalisco, Querétaro, y Ciudad Guzmán, Colima. Impulsó la creación de la Unión de Trabajadores del Campo y la Coordinadora Plan de Ayala, en San Isidro, San Gabriel.
Al terminar el ciclo de Colima, Chava y su familia pasaron a residir en Querétaro, donde desarrolló con amplitud su refinado método de aproximación y animación a las comunidades, iniciando nuevas experiencias de educación popular, tanto en la propia ciudad de Querétaro como en diversas comunidades de la Sierra Madre Oriental. Cuando asistía a las reuniones del MRP era cuando bajaba de la Sierra Gorda, pues regularmente se la pasaba semanas enteras viviendo en las comunidades indígenas. En este periodo Chava militó en el Partido Mexicano Socialista y posteriormente formó parte de la fundación y desarrollo del PRD queretano. El 21 de octubre de 1998 abandonó el PRD, junto con más 200 militantes, “por ser un partido incongruente que perdió su identidad de izquierda y secuestrado a nivel nacional por los Chuchos y a nivel estatal por las familias González y los Mendoza Villa”.
Conformó el Grupo de Izquierda Histórica
y fue postulado como candidato externo por el PT. En 2009 siguió con su labor de concientización. Hasta hace seis meses, seguía creando sus talleres sociales y de cooperativas.
Candidato a gobernador por el PRD en 1991, dirigente partidario, pero, sobre todo, formador de militantes de izquierda social, querido por todos los que trabajaron alguna vez con él, Chava será recordado por mucho tiempo por su carisma y la entrega, en la que nunca cejó, a pesar de su avanzada edad y de las penurias económicas que vivió, similares a las que muchas veces padecen los auténticos militantes de izquierda.
Un hombre con la entrega y constancia de luchador social que él testimonió en su vida, es ejemplo para todos los que lo rodean y para las generaciones venideras. Chava Canchola seguirá vivo en el corazón del pueblo; no murió un luchador social sino un sacerdote que hizo de la lucha social su ministerio.
* Autor de El retorno, publicado por Para Leer en Libertad, y fundador de la Unión de Colonias Populares.