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Su muerte, acto de justicia divina, dice hijo de Marisela Escobedo; hubo impunidad: ONG

Harán pruebas de ADN al cuerpo de Rafael Barraza; se cerraría el caso Rubí Frayre
Corresponsales
Periódico La Jornada
Viernes 23 de noviembre de 2012, p. 18

Chihuahua, Chih., 22 de noviembre. Peritos en medicina forense de la Fiscalía General del Estado (FGE) fueron al estado de Zacatecas para realizar pruebas de ADN y dentales, entre otros análisis, al cuerpo de Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien murió el viernes pasado en un enfrentamiento con el Ejército. Con este deceso se cierra el expediente por el homicidio de Rubí Marisol, hija de la activista Marisela Escobedo, misma que presuntamente fue asesinada por José Enrique Jiménez Zavala, alias El Wicked, quien se encuentra detenido, afirmó el gobernador César Duarte Jáquez.

Juan Manuel Frayre, hermano de Rubí Marisol e hijo de Marisela, dijo que la muerte de Rafael Barraza, ocurrida el 16 de noviembre anterior en Zacatecas, fue un acto de justicia divina. Afirmó que esperaba esta muerte, porque no tenía ninguna esperanza en que las autoridades lo fueran a capturar, y esa gente tarde que temprano acaba así.

Barraza Bocanegra dijo ante los jueces Catalina Ochoa Contreras, Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Baudin Jurado el 3 de mayo de 2010 que dio muerte a Rubí Marisol, pero los juzgadores lo absolvieron de los cargos con el argumento de que al declarar, ellos se encontraban en receso.

Los integrantes de la FGE acudieron la mañana de este jueves al municipio zacatecano Joaquín Amaro para certificar la muerte y cerrar el expediente de Rubí Marisol, asesinada en agosto de 2008. La fiscalía debe validar las pruebas de ADN para efectos jurídicos, y una vez que se realicen los procesos requeridos, se cerrará la investigación.

Rafael Barraza, alias El Piwi o El Comandante, era uno de los hombres más buscados en Chihuahua. Se ofrecía una recompensa de 5 millones de pesos a quien brindara información que diera con su paradero.

La propia Marisela Escobedo ubicó a Barraza Bocanegra en Zacatecas y recibió facilidades del gobierno de Chihuahua para llegar a él, pero en las diferentes ocasiones en que se le intentó detener no se logró el cometido, pues “pertenecía a un grupo muy peligroso de Los Zetas, era cabecilla de uno de ellos y esto generó peligrosidad y dificultad para haberlo detenido en otra condición”, explicó Duarte Jáquez.

El Centro de Defensa de los Derechos Humanos de la Mujer afirmó que los asesinatos de Rubí y de Marisela quedaron impunes, pues el autor material del primero, y presunto autor intelectual del segundo, fue abatido por actividades delictuosas, y no cumplió su condena de 50 años de cárcel.