Opositores al presidente incendian las instalaciones de su partido en tres ciudades
En El Cairo, simpatizantes aclaman al jefe de Estado; vamos en la vía de la democracia
, dice
Sábado 24 de noviembre de 2012, p. 20
El Cairo, 23 de noviembre. Manifestantes opositores incendiaron este viernes sedes del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), de los Hermanos Musulmanes, en tres ciudades egipcias, en tanto que en algunas provincias se desataron batallas campales en una jornada de protestas a favor y en contra de la decisión del presidente islamita Mohamed Mursi de arrogarse más poderes.
La televisión pública reportó que opositores atacaron las oficinas del PLJ, el partido de Mursi, en Ismailiya, Port Said y Alejandría, tras enfrentamientos con partidarios del presidente. Las protestas con cientos de manifestantes se extendieron a Sharm Sheij, a orillas del mar Rojo, y Suez, lanzando consignas de no a una revolución combinada con autoritarismo
.
En El Cairo, miles de manifestantes gritaron Mursi dictador
en la emblemática Plaza Tahrir, corazón de la revuelta que llevó a la caída el año pasado de Hosni Mubarak. Los opositores fueron convocados por movimientos laicos y liberales, así como por personalidades como el ex líder de la Liga Árabe, Amr Moussa, y el ex director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei.
A su vez, miles de partidarios islamitas del mandatario se concentraron frente al palacio presidencial en el barrio de Heliópolis, donde Mursi fue aclamado como héroe
a su llegada, ante quienes prometió que Egipto estaba en la vía de la democracia, que estaba decidido a asumir su funciones reforzadas. El pueblo apoya las decisiones del presidente
, coreaban sus seguidores.
Mohamed Mursi, primer presidente civil e islamita del país más poblado del mundo árabe, se arrogó el jueves en una declaración constitucional
el derecho de tomar decisiones o medidas inapelables para proteger la revolución de 2011. Sus partidarios consideran que esta iniciativa permitirá estabilizar la transición democrática del país.
Pero la oposición lo considera una amenaza en el camino hacia la democracia y un golpe de Estado
que pone en entredicho las conquistas de la revuelta que derrocó en 2011 al autocrático presidente Hosni Mubarak.
Afirman que el mandatario ha asumido mayores poderes que Mubarak, por lo que lo han llamado dictador
y faraón
.
Mursi acumula ya los poderes ejecutivo y legislativo, ya que el Parlamento fue disuelto en junio. Mantiene relaciones tensas con parte del aparato judicial tras cesar al fiscal general Abdel Mequid Mahmud (de tiempos de Mubarak), y en agosto reforzó su poder quitar como ministro de Defensa al mariscal Husein Tantaui, quien encabezó el país tras la caída de Mubarak en febrero de 2011.
Lo que quiero es la estabilidad política, social y económica, y es por eso por lo que trabajo
, declaró Mursi en un largo discurso ante sus partidarios, reunidos cerca del palacio presidencial. Afirmó que nadie puede detener esta marcha hacia adelante, ya que cumple su función con Dios y la nación, y que las decisiones las consulta con todo mundo
.
En tanto, Estados Unidos recordó que una de las aspiraciones de la revolución era garantizar que el poder no estuviera concentrado en manos de una sola persona o de una institución
.
La Unión Europea solicitó a Mursi respetar el proceso democrático
. Francia estimó que las medidas adoptadas el jueves no iban por el buen rumbo
. La Organización de Naciones Unidas expresó su preocupación
.