Desocupación: 40% más
PAN: orgulloso
resultado
FC y sus éxitos
laborales
escasos seis días de que se vaya mucho a otra parte, el presidente del empleo
puede presumir que durante su estancia en Los Pinos la tasa oficial de desocupación abierta se incrementó la friolera de 40 por ciento, y que durante ese periodo dos de cada tres mexicanos (66 por ciento) que por primera vez se incorporaron al mercado laboral quedaron totalmente fuera del sector formal de la economía, condenándolos a la informalidad, el desempleo o la emigración. De ese tamaño es su logro
en la citada materia.
Seis años de autoalabanzas, y de machacones discursos sobre grandes resultados
y cifras históricas
en materia de empleo contrastan brutalmente con el resultado concreto: 40 por ciento de incremento en la tasa oficial de desocupación abierta; alrededor de un millón de mexicanos más en el desempleo; más de 14 millones en la informalidad y un déficit –sólo en su sexenio– cercano a 4 millones de empleos en el sector formal de la economía, sin incluir la permanente precarización de las plazas laborales, los ínfimos salarios, ni la constante pérdida de poder adquisitivo. He allí la generación de puestos de trabajo nunca antes vista
(el susodicho dixit).
El balance citado corresponde al periodo comprendido entre el primero de diciembre de 2006 y el 31 de octubre de 2012 (para cerrar el ciclo falta considerar la información del presente mes), durante el cual la tasa oficial de desocupación abierta se incrementó de 3.58 a 5.04 por ciento de la población económicamente activa (PEA), la cual, al cierre de octubre pasado, se estimó en 51 millones de mexicanos. Entonces, nada que celebrar, mucho que lamentar y una espeluznante herencia a la administración de Enrique Peña Nieto, aunque en el micrófono se registre la celebración del auto denominado líder
blanquiazul, Gustavo Madero, quien dice sentirse orgulloso
de los dos gobiernos panistas.
Como bien lo ha documentado el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN), los bajos salarios prevalecientes en el país tienen como telón de fondo un mercado laboral que favorece la inequidad y la precariedad. En un primer aspecto se tiene la incapacidad del sistema productivo para generar empleo formal bien remunerado y con las prestaciones adecuadas. Como ejemplo, se puede citar que los trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social son una minoría respecto de quienes componen la población económicamente activa. En una nación de 115 millones de personas, con una PEA de 51 millones, indicar que menos de 16 millones de trabajadores están registrados en el IMSS constituye una señal inquietante y representa una deficiencia de la economía: la incapacidad de generar empleo con prestaciones sociales, pero ¿qué pasa con el resto de los empleados?
La respuesta es sencilla, precisa el CIEN: en México existen más de 30 millones de trabajadores que no cuentan con seguridad social, casi el doble de quienes están registrados en el IMSS. “Si a lo anterior se le adiciona que hay más de 14 millones de empleados sin un contrato escrito que los vincule con sus patrones (algo que por ley debería otorgarse), 6.7 millones de personas que perciben un salario mínimo o menos, 3 millones de trabajadores sin remuneraciones y 14 millones más en la economía informal, lo que puede indicarse es que en México predomina un mercado laboral que no es factor de movilidad social, que genera precariedad y que en consecuencia no propicia el bienestar de la población. Y la reforma laboral empeorará el balance
.
Pues bien, para seguir documentando la negra realidad laboral en el país, el Inegi divulgó ayer los indicadores oportunos de ocupación y empleo, con cifras preliminares al cierre de octubre de 2012, y entre ellos destaca que en dicho mes la tasa oficial de desocupación abierta fue de 5.04 por ciento de la población económicamente activa, contra 5 por ciento en igual lapso del año previo. Con respecto al indicador de septiembre pasado, dicha tasa se incrementó 0.15 puntos porcentuales y cerró en 4.83 por ciento. El 72.5 por ciento de los desocupados cuenta con los mayores niveles de escolaridad. Las mayores tasas de desocupación abierta se registraron en Tamaulipas (7.04 por ciento), Chihuahua (6.75), Sonora (6.74), Distrito Federal e Hidalgo (6.41 por ciento, en cada caso).
Otros indicadores laborales de octubre proporcionados por el Inegi son los siguientes: la tasa de ocupación parcial y desocupación (población desocupada y ocupada que trabajó menos de 15 horas a la semana, no importando si estos ocupados con menos de 15 horas que se añaden se hayan comportado o no como buscadores de empleo) se ubicó en 11.68 por ciento de la PEA. La tasa de presión general (incluye a los desocupados y ocupados que buscan empleo, por lo que da una medida global de la competencia por plazas de trabajo conformada no sólo por los que quieren trabajar, sino por los que teniendo un empleo quieren cambiarlo o también los que buscan otro más para tener un segundo trabajo) fue de 9 por ciento.
La tasa de trabajo asalariado (población que percibe de la unidad económica para la que trabaja un sueldo, salario o jornal, por las actividades realizadas) fue de 63.31 por ciento de la PEA; la tasa de condiciones críticas de ocupación (indicador de condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, los ingresos o una combinación insatisfactoria de ambos, que resulta particularmente sensible en las áreas rurales del país, e incluye a quienes trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que laboran más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que lo hacen más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos) afectó a 12.22 por ciento; la tasa de ocupación en el sector informal (las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa, de modo que la actividad en cuestión no tiene una situación identificable e independiente de ese hogar o de la persona que la dirige y que por lo mismo tiende a concretarse en una muy pequeña escala de operación) involucró a 28.15 por ciento de la población ocupada.
Las rebanadas del pastel
Asegura la Secretaría de la Función Pública que “no encontró irregularidades al investigar los trámites y permisos otorgados a Walmart para abrir tiendas (en México)… Hasta ahora no hemos encontrado cosa relevante como para dar una opinión fuerte en su contra”, dijo Rafael Morgan, especialista en no encontrar ni ver nada. Y algunos todavía se preguntan por qué desaparecieron
dicha dependencia.