Beso Negro se define como un trío de rock clásico veterano para menopáusicas de la tercera edad, artríticos adictos al Viagra y adolescentes tardíos. Esta banda está integrada por una trinidad imposible: el artista visual Miguel Calderón, artista plástico y creador de los grupos Mazinger Z e Intestino Grueso, en la voz; Julián Lede, integrante de grupos y proyectos como Melamina Ponderosa, Titán, Nuevos Ricos y Esclavo de Silverio, en la guitarra, y el productor Eduardo Pacheco, miembro de Los Dynamite y Chikita Violenta, en la batería.

La agrupación debuta con Épico, EP con seis cortes: Huele a mujer, Basura, Normal, Espectro, Tráfico y Te escarbo el hueco. El disco saldrá en breve en una edición de lujo limitada a 300 copias, en vinil, con portada de Miguel Calderón.

En entrevista con La Jornada, Calderón mencionó: Julián Lede y yo somos amigos desde hace mucho tiempo; tenemos gustos musicales muy contradictorios, muy diferentes. Yo vengo de una escuela mucho más punk y hasta la fecha no sé cuáles son las influencias de él; tenemos muchas fricciones, peleamos bastante. Mi proceso creativo es más espontáneo y nos cuesta trabajo ponernos de acuerdo, pero creo que esta es la gracia y lo distinto que tiene Beso Negro de otros grupos.

Infierno, componer por encargo

Miguel Calderón explica: “El rock siempre me ha encantado y, como artista visual, envidiaba estar en un escenario, por lo espontáneo y lo directo, algo que de algún modo pasaba con mi obra, pero no era lo mismo. Desde que formé –a principios de los años 90– Mazinger Z sucedió un fenómeno muy divertido y reaccionario: en ese tiempo trabajaba en La Panadería y Guillermo Fadanelli nos promovía mucho, tocábamos en fiestas y el circuito underground. Después formé Intestino Grueso, que estuvo a punto de volverse un éxito; incluso una disquera nos ofreció un contrato de 70 mil dólares, que no acepté, porque como soy muy obsesivo y tengo una tendencia a hacer lo que se me dé la gana, no quería tener el compromiso de deber un disco a una compañía; creo que hubiera sido un infierno componer por encargo”.

El creador de la galería La Panadería confiesa que Beso Negro me exorciza no sólo de forma personal para desfogarme, sino también para sacar a la luz ciertas cosas que me están poseyendo. Me encanta escribir. He tratado de escribir cuentos y guiones, pero lo que mejor me sale son las canciones. Como mi obra es en procesos más cortos y pasajeros, escribo canciones todo el tiempo y de repente una cuaja. En realidad, para mí tocar y componer canciones es más barato que ir a un sicólogo, y más cómodo.

Se le pregunta al también cineasta si Beso Negro tiene fecha de caducidad. Responde: “Las cosas están cambiando en la música; muchos mercados se están volviendo obsoletos y nosotros podemos cambiar de integrantes o de nombre. Lo que me interesa con Beso Negro es hacer las cosas bajo nuestras reglas, no nos queremos casar con nada. Este grupo, a diferencia de los otros que he formado, por la relación que tengo con Julián, es posible que sea duradero.

Me gustaría que tuviera una vida larga y que me diera la facilidad de producir música, que es algo con lo que me siento en casa. Además está el estigma de que soy un artista visual, pero no tengo esa línea divisoria; lo que no me gusta hacer es música para una galería o para un museo y me parece importante que trascienda esas paredes. Beso Negro durará lo que tenga que durar, pero tengo la sensación de que su vida será larga.

Han pasado alrededor de 10 años desde que Calderón lideró Intestino Grueso; en este tiempo la forma de grabar y distribuir música ha cambiado, Calderón opina: “Ahora se puede grabar mucho más fácil. Aunque soy fan de hacerlo en análogo, el disco de Beso Negro lo hicimos en digital, y me sentí muy bien. Creo que es un proceso cambiante, hay cosas que me gustaría hacer en la próxima grabación, algo más experimental; sin embargo, somos un grupo, y lo chingón es la fusión que hay entre los tres integrantes y, sí, me gustó mucho como quedó este disco”.

Recientemente Beso Negro abrió el concierto de la banda estadunidense Mitfits. Respecto a los comentarios que recibió, Calderón menciona: “Ya habíamos tocado con ese grupo, pero con Intestino Grueso, y fue uno de los mejores conciertos de mi vida. Siempre que hemos abierto las presentaciones de bandas estadunidenses, como Fuzztones, The Cynics y las Gore Gore Girls, nos ha ido extremadamente bien, porque éramos un grupo punk. Sin embargo, la de los Mitfits fue la mejor. Cuando nos dijeron que Beso Negro abriría su actuación me puse contento. Beso Negro es muy diferente a Intestino Grueso; somos un grupo de baladas oscuras; hay rock, aunque no es tan visceral, tiene más contenido.

“Durante la tocada estuve muy tranquilo, pero noté que el público esperaba otra cosa; además los Mitfits han mutado mucho: cuando tocamos con ellos la primera vez, salían a escena sin playera y con la cara maquillada; ahora traían uniformes de piel con picos enormes. El público también era diferente. Entonces, cuando comenzamos a tocar nos empezaron a aventar cosas, se puso rudo. Yo les comencé a pintar dedo para igualarme; hubo insultos y ataques mutuos, o sea, nada que no pase en un concierto de punk... Recuerdo que cuando nos bajamos, una chava nos gritó que le había gustado mucho Beso Negro y nos preguntó ‘por qué se visten tan fresas’. Traíamos camisas negras y jeans”.

Oda al amor

Actualmente, el sencillo Te escarbo el hueco se encuentra rotando en estaciones de radio como Reactor 105.7 FM e Ibero 90.9 FM. El trío afirma: Este tema es una oda al amor franco y sin rodeos; un himno universal que todo humano debe entonar, un susurro al oído de la hembra de tu agrado que romperá fronteras, porque el amor sincero no tiene edad ni lugar. Pieza de rock ideal para serenatas.

Así que mañana Beso Negro dará un concierto en el Bahía Bar, Tolsá 36, colonia Juárez, a las 22 horas. La entrada será gratuita.