Repudian el acto oficial, así como proyectos mineros e hidroeléctricos en Guatemala
es una celebración racista, afirman
Sábado 22 de diciembre de 2012, p. 5
Tikal, Guatemala, 21 de diciembre. Unos 200 indígenas guatemaltecos protestaron la noche de este jueves, víspera del inicio de las celebraciones oficiales del fin de una era de 5 mil 200 años en el calendario maya, en las majestuosas ruinas de Tikal.
Portando carteles de rechazo al acto oficial y a proyectos mineros e hidroeléctricos impulsados por el gobierno, los indígenas intentaron ingresar a la zona restringida para el acto que sería encabezado por el presidente Otto Pérez, pero fueron detenidos por los organizadores para convencerlos de desistir de la protesta.
Excluido, el pueblo maya no está en este acontecimiento. Allí adentro sólo está gente exclusiva, es una celebración racista, excluyente y discriminatoria, siempre la misma historia que vivimos los mayas
, dijo el dirigente del Consorcio de Organizaciones Indígenas de Petén, José Cac.
El líder indígena, explicó, lo que pretendían era entrar a dejar una ofrenda frente al templo principal de Tikal para despedir el 13 B’aktun, y en la madrugada del viernes participar en la bienvenida de la nueva era.
A la protesta se unieron los hermanos Benjamín y Ali Hughey, jóvenes estadunidenses que visitan Guatemala. Esta es tierra de los mayas y no hay mayas en la ceremonia
, se lamentó Ali.
Los organizadores de la celebración oficial –que comenzó la noche de jueves– formaron una comisión para dialogar con los inconformes y después de varios minutos alcanzaron un acuerdo, sin que hubiera mayores incidentes.
Unos 15 sacerdotes mayas se encontraban en Tikal con la intención de realizar una ceremonia paralela al amanecer de este viernes. Por ahora sólo fueron espectadores del acto oficial.
El parque arqueológico de Tikal está ubicado a unos 550 kilómetros al norte de ciudad de Guatemala y es el escenario principal de un programa que incluyó danzas y rituales autóctonos, con una gran ceremonia maya al amanecer del viernes, en saludo al sol.
Según el calendario de los mayas, que se extendieron por lo que hoy es el sur de México, Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras, el jueves despidieron una era y el viernes recibieron el inicio de un nuevo ciclo.