Complicaciones respiratorias y problemas renales, la causa
Protagonizó espectaculares atajadas y fue el mejor portero en México 70
Jueves 3 de enero de 2013, p. a13
Montevideo, 2 de enero. El ex arquero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz falleció este miércoles a los 67 años y fue sepultado en un cementerio local, pero quedará en la historia dorada del futbol tras protagonizar espectaculares atajadas ante astros como Pelé, transformarse en el mejor portero del Mundial México 70 y consagrarse campeón con Peñarol en 1966.
Su porte de 1.79 metros de altura no impidió que el apodo Chiquito, por ser el menor de sus hermanos, lo acompañara durante toda su carrera, en la que su serenidad y firmeza en situaciones extremas lo transformaron en uno de los grandes ídolos del balompié de Uruguay.
Nació en Piriápolis –balneario ubicado al este de Montevideo–, comenzó su trayectoria en el modesto Racing y pasó rápidamente al Peñarol.
El vertiginoso ascenso de Mazurkiewicz en los aurinegros comenzó en 1965, cuando el equipo enfrentó por un desempate en las semifinales de la Copa Libertadores al Santos de Brasil, en el que brillaba Pelé. Allí comenzó a forjarse la leyenda del portero, ya que sorpresivamente entró de titular y con espectaculares atajadas fue clave para el triunfo.
Pese a la caída del equipo en la final ante Independiente de Argentina, el cancerbero ya había conquistado el corazón de los hinchas y el respeto de sus rivales, entre ellos Pelé, quien lo felicitó por su actuación.
La gloria llegó un año después con la conquista de la tercera Copa Libertadores del club (ante River Plate) y la Intercontinental (frente a Real Madrid), títulos a los que sumó en 1969 la obtención de un torneo único a nivel de clubes: la Supercopa de Campeones Intercontinentales.
Los triunfos de Peñarol y sus memorables actuaciones en los duelos decisivos lo llevaron a ser uno de los mejores en su puesto y fue así que en partidos de celebración armados por la FIFA coincidió con el soviético Lev Yashin, considerado el mejor guardameta del Siglo XX.
El europeo cuando se retiró en el 71, dijo que yo era su sucesor
, comentaba Mazurkiewicz.
De la Araña Negra el uruguayo imitó su forma de vestir, ya que ambos jugaron toda su carrera con atuendos negros para hacerse menos visibles para los atacantes.
A los triunfos internacionales el Chiquito sumó con Peñarol las consagraciones como campeón uruguayo de 1967-68 y 1981, año de su retiro.
También mostró su valía en el Atlético Mineiro de Brasil –club con el que conquistó el campeonato brasileño en 1971– con Granada de España y con los sudamericanos Cobreloa (Chile) y América de Cali (Colombia).
Salidas rápidas, espectaculares estiradas con las que alcanzaba a desviar peligrosos tiros y una gran personalidad fueron las marcas distintivas del guardameta, quien también destacó en la celeste en los mundiales de Inglaterra 1966 y México 1970.
En México, Mazurka se transformó en pilar del equipo uruguayo que alcanzó el cuarto lugar. Pese a ser considerado el mejor arquero de la justa, una jugada en la que Pelé burló con maestría su defensa y estuvo a punto de marcar un gol pasó a la historia como una de las acciones más bellas de los mundiales.
Su despedida en copas del Mundo se dio en Alemania 1974, donde un deteriorado equipo celeste quedó eliminado en la primera fase, pese a las buenas actuaciones del arquero.
Con Uruguay logró los títulos de monarca sudamericano Sub-20 (1964) y el Campeonato Sudamericano 1967, que actualmente se conoce como Copa América.
Mazurkiewicz fue ingresado a una clínica hace un par de semanas por complicaciones respiratorias a las que se sumaron problemas renales.