Guadalajara, Jal., 3 de enero. Organizaciones civiles repudiaron el nombramiento de Gerardo Octavio Solís Gómez, ex procurador de Justicia y ex gobernador interino de Jalisco, como encargado del área de seguridad en el equipo de transición del gobernador electo, el priísta Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.

El Centro de Derechos Humanos Coordinadora 28 de Mayo consideró inconcebible que Solís Gómez sea llamado por el próximo gobernador, pues cuando fue procurador estatal se perpetraron las agresiones de policías antimotines contra 200 jóvenes altermundistas que se manifestaron el 28 de mayo de 2004 en contra de las políticas neoliberales, durante una reunión de jefes de Estado y de gobierno de Europa, América Latina y el Caribe en Guadalajara.

Agregaron que cuando Solís Gómez fue procurador numerosos ciudadanos denunciaron haber sido víctimas de tortura. De 2000 a 2005 hubo más de 700 quejas por violaciones a los derechos humanos contra la Procuraduría General de Justicia de Jalisco. En 2006 Solís fue gobernador interino, en sustitución del panista Francisco Javier Ramírez Acuña.

Recordaron que como gobernador interino Solís Gómez promovió la creación de una policía secreta con una reforma a la Ley contra la Delincuencia Organizada, que habría autorizado vulnerar el estado de derecho en Jalisco, pero el Congreso la echó abajo luego que organismos civiles tomaron el salón de plenos, el primero de febrero de 2007.

Los activistas pidieron a Sandoval reconsiderar la decisión de incluir a Solís en su equipo de transición, pues automáticamente sería candidato a formar parte de su gabinete.

Empleados administrativos patrullan Guadalajara

El director de la policía de Guadalajara, Francisco Ornelas Morales, reconoció que tras iniciar el proceso para dar de baja a 137 elementos, entre ellos 12 comandantes que no aprobaron los exámenes de confianza, tuvo que recurrir a personal administrativo para patrullar las calles de esta ciudad.

Esta situación generó molestia en la corporación. Los policías advirtieron que muchos de sus suplentes son empleados que carecen de preparación para desempeñar tareas de seguridad y ni siquiera saben manejar un arma de fuego.

La policía de Guadalajara cuenta con unos 3 mil elementos operativos. Hasta octubre apenas 300 habían sido evaluados por el Centro Estatal de Control de Confianza.