El presidente Enrique Peña Nieto aseveró que este año se colocarán las bases para que al término de su administración la inversión en ciencia y tecnología sea de 1 por ciento del producto interno bruto (PIB). El objetivo, dijo, es insertarnos, aunque tarde, pero hay que hacerlo ya, a la era del conocimiento, detonar mayor crecimiento y que México no sea sólo un país maquilador.

Al reconocer los retos en esta materia, delineó cinco ejes de trabajo:

- Una ruta crítica para determinar los pasos a seguir, a fin de asegurarse que en los próximos ocho o 10 años se pueda triplicar el gasto en ciencia

- Diseñar políticas públicas diferenciadas por regiones y estados.

- Fortalecer el Sistema Nacional de Investigadores.

- Concretar un sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, que incremente el valor agregado a la producción nacional.

- Fortalecer vínculos entre el sector productivo y la academia.

Además, anunció que gestionará una fundación para el desarrollo científico, con la colaboración de la iniciativa privada.

El objetivo es llegar a 1 por ciento al término de esta administración y triplicarlo para llegar a 1.2 (actualmente es de 0.4); creo que esto es posible lograrlo en los próximos ocho o 10 años, si tenemos una ruta crítica que debamos seguir y observar puntualmente, afirmó.

El mandatario nombró ayer a Enrique Cabrero Mendoza director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien durante su mensaje advirtió que “México ha llegado tarde a su integración en la sociedad del conocimiento.

Nos hemos quedado atrás en el fomento de una política científica y tecnológica, señaló ante el Presidente de la República, integrantes de su gabinete y del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles.

Si bien hemos avanzado mucho en décadas pasadas en la formación de investigadores, los indicadores muestran todavía resultados insuficientes, por lo que el impacto es aún incipiente, dijo quien se desempeñaba antes de ayer como director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

“Es claro –añadió Cabrero Mendoza– que no hemos logrado esa integración a causa de un entramado institucional rígido y burocratizado, es decir, los actores se conocen pero no están interconectados, por lo que es necesario derribar muros y construir puentes, como decía el científico Isaac Newton”.

El Sistema Nacional de Investigadores tiene 17 mil integrantes, aunque el número de doctores está por debajo del que corresponde a un país con nuestras características.

Peña Nieto reveló que durante el periodo de campaña política y de transición gubernamental recibió peticiones para crear una secretaría de ciencia, pero respondió que no es con mayor burocracia como se alcanzarán los objetivos, sino con mayor inversión.

“No tengan dudas –añadió Peña Nieto–: la ciencia y la tecnología serán una prioridad”.

En el salón Manuel Ávila Camacho de la residencia oficial de Los Pinos, informó que se generarán mapas regionales para aprovechar el presupuesto de este año destinado a ciencia y tecnología: 70 mil 395 millones de pesos, esto es, 18 por ciento más respecto del año anterior.

El Conacyt tendrá una asignación de 28 mil 312 millones de pesos, 13 por ciento más respecto del ejercicio anterior. De ese monto, 7 mil millones de pesos son del Programa de Becas y Posgrado; poco más de 3 mil para el Sistema Nacional de Investigadores y 2 mil 500 millones del Programa para el Desarrollo Científico y Tecnológico. Además, el Programa de Innovación Tecnológica para negocios de alto valor agregado dispondrá de 3 mil millones de pesos, 45 por ciento más que el año anterior.

Peña Nieto hizo referencia al desarrollo que en las tres décadas anteriores tuvo Corea del Sur, sustentado en una inversión por arriba de 3 por ciento de su PIB para el rubro dichos rubros.

Reconocimiento a Narro

En esa perspectiva, añadió que 2013 será una gran oportunidad para México.

Reconoció que el país está ávido de una educación de mayor calidad; de ahí, dijo, el compromiso de su gobierno para establecer una nueva cultura científica basada en el conocimiento académico, la fortaleza empresarial y la responsabilidad gubernamental.

Peña y el nuevo director del Conacyt hicieron un reconocimiento al trabajo del rector José Narro; al antecesor en Conacyt, Enrique Villa, y a Francisco Bolívar Zapata, quien será asesor presidencial en el tema científico.