En vísperas de cumplir 25 años de su nombramiento por Juan Pablo II, Raul Vera López, obispo de Saltillo, señaló en entrevista con La Jornada que una de las mayores riquezas que he recogido en estos años es haber encontrado una luz muy grande en los pobres, lo cual le ha dado entendimiento de lo que es su ministerio y en ellos he encontrado la fortaleza, señaló.

Se refirió también en forma especial a los pueblos originarios, los cuales, dijo, siguen dando muestras de que no cejarán en la lucha por su superación. Respecto de la pobreza señaló que de 1988 a la fecha la situación ha empeorado luego de la imposición del modelo neoliberal, ya que la miseria, la desigualdad, las violaciones a los derechos humanos y la violencia se han regado por todo el país.

No obstante consideró que los movimientos tanto de jóvenes como de indígenas que demandan justicia son un signo esperanzador, y resaltó que deben ser atendidas las exigencias de justicia social, honestidad, transparencia en los medios de comunicación y en los partidos políticos, el respeto a la dignidad humana y atención a la víctimas del crimen organizado.

El 6 de enero de 1988 el papa consagró obispo a fray Vera López, religioso dominico de la Orden de los Predicadores, informó la diócesis de Saltillo y agregó que desde mañana viernes hasta el 8 de enero se llevarán a cabo en dicha demarcación religiosa numerosas actividades para celebrar los 25 años del hecho.

Vera López asumió su trabajo en la diócesis de Altamirano, Guerrero, el 21 de enero de 1988, y el 14 de agosto de 1995 fue nombrado obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde llegó el 4 de octubre a trabajar junto al obispo Samuel Ruiz.

El 30 de diciembre de 1999 fue designado obispo de la diócesis de Saltillo, en Coahuila, y comenzó su tarea pastoral el 20 de marzo de 2000.

Respecto de la nueva administración federal, dijo no tener muchas esperanzas de cambio. Así como empieza este sexenio con un gobierno de carácter policiaco es difícil, se supone que la Secretaría de Gobernación ve el arreglo en el país, pero ya la convirtieron en policía. Las políticas se anuncian represoras y autoritarias.

Sobre la conmemoración de los 19 años del alzamiento del EZLN, dijo que sigue vigente la demanda de los hermanos para que su cultura y derechos se tradujeran en una ley en la Constitución y añadió que debido a ello se construyeron los acuerdos de San Andrés, y aunque no se han concretado en ley, ellos han estado aplicando ya en los municipios autónomos y en la gestoría de su propia organización educativa y de salud.