Como un apretón de manos molecular
con su receptor celular, describen científicos
Ahora podemos utilizar esos conocimientos para elaborar nuevos tratamientos más eficaces
Millones de enfermos pueden esperar una importante mejora de su calidad de vida, confían
Washington. El examen de Papanicolau, una prueba de rutina a la que las mujeres se someten cada uno o dos años para detectar cáncer cervical, podría ayudar a identificar también otros cánceres, según una investigación divulgada esta semana. Esta nueva prueba aprovecha el fluido extraído del cuello uterino para examinar la presencia de ciertas mutaciones específicas del cáncer. Los científicos esperan identificar así casos de cáncer de ovario y de endometrio, dos de los tipos más comunes y mortales que, hasta ahora, no podían detectarse con una prueba de rutina. En el estudio piloto, la prueba logró detectar con precisión los 24 tipos de cáncer de endometrio, una tasa de éxito de 100 por ciento, según los resultados publicados el miércoles en la revista estadunidense Science Translational Medicine. La prueba también halló nueve de 22 tipos de cáncer de ovario, una tasa de éxito de 41 por ciento, durante el estudio piloto. Y en ningún caso en el estudio mujeres sanas en el grupo de control fueron mal diagnosticadas con cáncer.
Patricia Balvanera, de la UNAM, colabora en iniciativa Geo-BON
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