San Pedro y San Pablo Teposcolula, Oax., 13 de enero. La Biblioteca Infantil y Juvenil La Casa de la Cacica, la cual es albergada por el palacio indígena del mismo nombre, que combina elementos prehispánicos y coloniales y que data del siglo XVI fue inaugurada el sábado pasado por Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca (FAHHO), y el filántropo Alfredo Harp.

Una tarde de fiesta se vivió en el municipio de San Pedro y San Pablo Teposcolula, en la región de la Mixteca, con la inauguración de la biblioteca, con lo que se dio por concluido el proyecto de restauración, rescate y puesta en marcha de esta institución.

El proceso tuvo una duración total de 11 años; en él participaron historiadores, investigadores, arqueólogos y arquitectos, que con apoyo de la FAHHO y de los pobladores de la comunidad lograron el rescate de esta joya de la cultura mixteca.

Grañén Porrúa, quien en 2012 recibió el homenaje al Bibliófilo por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, contó el desarrollo de los trabajos de recuperación del edificio mediante un cuento, con la participación de su familia e hijos. Explicó que a finales de la década de los años 90 visitaron la comunidad, y quedaron completamente enamorados del lugar, por lo que decidieron apoyar, a esta familia, afirmó.

“El señor Habibi (Alfredo Harp Helú) era capaz de construir los sueños y convertirlos en realidad. El señor Habibi dijo: ‘Quiero ser amigo de este lugar; debemos hacer algo para conservar tantas maravillas’”.

Explicó que al conocer La Casa de la Cacica se dieron cuenta de que el sitio se encontraba en abandono y que era utilizado como corral para vacas.

La niña de Monte Albán, como el filántropo Harp Helú llama a Isabel Grañén Porrúa, su esposa, invitó a los niños presentes a formar parte de la historia; les dio tijeras y pidió que cortaran una parte del listón inaugural, pero además, les pidió conserven el trozo de listón que corten, porque así ellos podrán recordar este día, en el cual se cumplió su sueño gracias al señor Habibi.

Alfredo Harp Helú señaló que este proyecto representó grandes retos para los encargados, pues hubo periodos en los que los avances fueron mínimos. Es muy delicado cuando reconstruyes una obra tan importante como esta; no te puedes equivocar, no te puedes dar el lujo de inventar nada; incluso, recordó que hubo ocasiones en las que visitaba el lugar para supervisar la obra, y ésta no tenía avances.

Destacó el apoyo de los ciudadanos de Teposcolula, que rápidamente se involucraron en el rescate de la Casa de la Cacica. Incluso, dijo, hubo quienes donaron terrenos aledaños al sitio, lo cual ha derivado en una mejora del lugar, asegurando así su preservación por lo menos para 500 años más, afirmó.

Complicada labor

El arquitecto Enrique Lastra, encargado de la obra, puntualizó que no se inventó nada en este rescate, ya que se hallaron distintos vestigios que sirvieron como guía. El trabajo fue complicado: desde el principio se verificaron diversos daños; parte de la construcción se encontraba cubierta por casi cuatro metros de tierra debido a causas naturales, por lo que se requirió de gran esfuerzo para desentramar los secretos de la última gran joya de la cultura mixteca.

Freddy Aguilar, director de la Biblioteca Infantil BS de la ciudad de Oaxaca y de la Casa de la Cacica, afirmó que el proyecto de la biblioteca es único, ya que regularmente estos sitios son utilizados para su admiración, pero jamás para su uso; sin embargo, en esta ocasión la propia comunidad ha abrazado el proyecto, por lo que consideró que hay un gran compromiso de los habitantes para que sus hijos se acerquen a las actividades culturales, las cuales ya se desarrollan con gran participación, pues, dijo, como mínimo se reciben 30 niños al día.

Como parte de la inauguración se presentó el grupo de danza de la Casa de la Cultura de San Pedro y San Pablo Teposcolula, quienes realizaron un par de bailes, principalmente el Jarabe mixteco.