Una mujer acostumbrada a romper récords, siempre atenta en su imagen, con gran cuidado en su atuendo, cabello, maquillaje, todo en armonía, pero cuando entra a la cancha se trasforma en alguien aguerrido, con temple de acero que la lleva a no desistir hasta salir con la victoria en cada competencia.

Así es Paola Longoria, la racquetbolista campeona tanto en dobles –con Samantha Salas– e individual en Juegos Panamericanos 2011, así como en Juegos Centroamericanos y del Caribe 2006 y 2010. Una bella joven que en los últimos tres años había peleado por ser la mejor en esta disciplina ante la veterana estadunidense Rhonda Rajsich y que en 2012 logró superarla en todos los torneos.

Todavía me queda mucho por aprender, soy una deportista que cada día quiere mejorar, siempre busco aspectos en mi juego que de repente son mi debilidad, dice Longoria, quien actualmente ocupa el primer peldaño de la clasificación del orbe y que impuso marca en los mundiales juveniles al ganar ocho ediciones consecutivas.

Inspiración desde niña

Desde 1999, cuando tenía 10 años, la inspiración y perseverancia para convertirse en la mejor racquetbolista del mundo llegaron a Paola al obtener el tercer lugar en el campeonato mundial juvenil que se realizó en Los Ángeles.

La experiencia de subir al podio, ser envuelta por la victoria y el reconocimiento fueron detonantes para que decidiera ser parte de ese selecto grupo de la élite deportiva.

Desde entonces no ha parado, en su camino a consolidar el sueño de ser la reina en el racquetbol destacan dos obstáculos: su primera temporada en el Tour Profesional en 2007-2008, cuando se fue a vivir sola a California.

Cuando estaba en California nunca llegué a ganar ningún torneo del tour y los jugaba todos, creo que extrañaba mucho a mi familia, a México, no podía y allá me frustraba, porque me la pasaba todo el día entrenando y nada. Fue cuando aprendí a perderle el miedo a mis contrincantes.

La otra gran barrera que ha tenido que enfrentar en varios encuentros es Rhonda Rajsich, una estadunidense de 34 años que antes de que la potosina entrara en el deporte profesional se había mantenido en la cima.

El golpe más duro que dio Rajsich fue en 2010, cuando eliminó a Longoria en la semifinal del Campeonato Mundial de Corea 2010, una derrota que pesaba, me daba mucho coraje, aun cuando en ese mismo año fue distinguida con el Premio Nacional de Deportes.

“Cuando nos entrevistaban, Rhonda decía: ‘pues sí, Paola es número uno del Tour Profesional, pero yo soy la actual campeona mundial’”, palabras que provocaron fuerza de voluntad para demostrar que podía vencer a su ya acostumbrada adversaria.

Sólo dos años más tarde, en el Mundial de República Dominicana, la mexicana venció a la canadiense Jen Saunder para coronarse como monarca mundial, el único trofeo que le restaba, mientras Rajsich quedó en el cuarto sitio.

Independientemente de que no había Juegos Olímpicos, para mí eso fue como lo más representativo. Ahora puedo decir que tengo el campeonato centroamericano, el panamericano, el mundial y el número uno en la gira del tour.

Los logros de la también estudiante de mecánica administrador no culminan con todas estas medallas, pues imponer récords también ha sido parte de su carrera.

Ser la primera mexicana en ganar el Abierto de Estados Unidos a la edad de 20 años, tener 60 sets consecutivos como invicta en el Tour Profesional y 14 victorias al hilo con la intención de superar las 17 impuestas por Andrea Fisher son otros de sus triunfos destacados.

Estoy muy contenta por todos mis logros, pero detrás de cada uno de ellos hay muchísimas horas de entrenamiento, muchos sacrificios, resalta con un tono de seriedad y madurez que contrasta con la energía juvenil que a su 23 años la caracteriza.

Recuerda cuando ganó su octavo mundial juvenil consecutivo, un partido que estuvo cerca de perder.

En Bolivia me enfermé de tifoidea y tuve un esguince en el tobillo jugando la final y era el último mundial que iba a disputar de juvenil para romper el récord. Vomitaba todo el tiempo en la final, pedía los tiempos para que pudiera salir, estuve en el hospital por tres días con suero. ¿Cómo gané? No sé. Yo quería romper la marca, detalla.

Ser invicta en 2012 e imponerse a su principal rival, Rajsich, no la llena de soberbia para empezar este 2013 y sentir que tiene el resto de la temporada ganada, pues es consciente de que la sobreconfianza mata.

Paola se prepara para la primera fecha del Tour Profesional de este año, que será en Cincinnati, del 25 al 27 de enero. Puedo decir que soy la número uno, que ha sido complicado llegar ahí, pero más difícil es mantenerse, reflexiona, pues tiene más retos, como los Juegos Mundiales de Cali, Colombia, del 25 de julio al 14 de agosto y, si este deporte se aprueba como olímpico, dar a México una medalla dorada.