Había transferido algunos procesos de construcción a otros países
Domingo 20 de enero de 2013, p. 24
Washington, 19 de enero. El fabricante estadunidense de aviones Boeing mantendrá la producción aun cuando suspendió temporalmente la entrega de su modelo 787 Dreamliner a sus clientes –entre ellos el gobierno mexicano–, tras una serie de incidentes con baterías defectuosas, confirmó hoy una portavoz de la empresa.
El detonante de la decisión fue el aterrizaje de emergencia que el pasado miércoles realizó un Dreamliner 787 en Japón, debido a que salía humo de una batería de litio-ión. Los pasajeros resultaron ilesos y fueron evacuados. Previamente se registraron problemas con las baterías en otros aviones de ese modelo.
La Agencia Federal de Aviación estadunidense (FAA) ordenó de inmediato la inmovilización y permanencia en tierra de todos los 787 Dreamliner ya entregados a las diferentes compañías aéreas, generando decisiones similares en otros países del mundo, como Europa, Chile, India, Qatar y Japón.
En México la Secretaría de la Defensa Nacional dijo el pasado jueves que no se manifestará sobre la compra del Boeing 787 para trasladar al presidente Enrique Peña Nieto, luego que el año pasado el gobierno federal, entonces presidido por Felipe Calderón, decidió sustituir el avión presidencial por el nuevo aparato, ahora en cuestión.
La adquisición fue polémica en el país, debido al elevado costo de la aeronave, cuyo precio se pactó en 239 millones de dólares; la entrega del aparato está programada para mediados de 2014. La aerolínea Aeroméxico anunció también que mantiene sus planes de compra y recepción de 19 equipos Boeing 787 Dreamliner.
Es la primer vez en 34 años que la FAA prohíbe volar a todos los aparatos de un mismo modelo. El secretario del Transporte de Estados Unidos, Ray LaHood, dijo que el 787 no volaría hasta que los reguladores estén mil por ciento
convencidos de que es seguro. Una semana antes, LaHood había expresado que no dudaría en viajar en un Dreamliner.
Las autoridades japonesas y estadunidenses comenzaron este sábado a analizar el contenido de la caja negra del B-787 de la compañía All Nippon Airways (ANA) que el miércoles realizó el aterrizaje forzoso. El aparato sigue inmovilizado y es examinado por inspectores japoneses y estadunidenses.
Los investigadores constataron que la batería del avión se recalentó debido a una anomalía eléctrica. Sin embargo, se desconoce el motivo de este incidente, sobre todo si el problema proviene de la batería (fabricada por la compañía japonesa GS Yuasa) o del sistema eléctrico que la rodea (proveniente del grupo francés Thales).
Los problemas del B-787 Dreamliner condujeron al cuestionamiento de la estrategia de producción de la empresa estadunidense. El gigante aeroespacial decidió que su 787 Dreamliner incorporará en gran medida elementos producidos por empresas subcontratadas. Partes del jet llegan a las plantas de ensamblaje desde 135 sitios distintos y de 50 proveedores. No hay otro aparato en el mundo que contenga tantas piezas de tan diverso origen.