Sobrexplotación pesquera y contaminación del río Balsas, entre las causas
Domingo 20 de enero de 2013, p. 27
Morelia, Mich., 19 de enero. Unos 3 mil 500 pescadores de la ribera de la presa Infiernillo viven en extrema pobreza debido a que desde hace más de una década la captura de tilapia y carpa ha disminuido en más de 90 por ciento. En ocasiones, las lanchas regresan sólo con cuatro o cinco kilos de pescado que se distribuyen entre varios compañe- ros, afirmó Carlos Alonso Montaño, dirigente de esta región de La Huacana, Churumuco y Arteaga.
La invasión de especies como el pez diablo, la sobrexplotación pesquera y la contaminación de aguas del río Balsas que alimentan el embalse, ha provocado el desplome de la producción que en la década de los 80 tuvo un auge importante –incluso se instaló infraestructura para la refrigeración que hoy está en ruinas– cerca del paradero donde llegan las camionetas por las siete o 10 toneladas que se capturan diariamente, aseguró.
El dirigente de la organización Del Balsas visitó el Congreso local para solicitar apoyo de los legisladores, porque mujeres y niños trabajan en el fileteo del pescado, pero es poco lo que ganan y no todos tienen trabajo. Hay pobreza alimentaria, porque si bien es cierto que la presa produce pescado, las zonas aledañas son áridas y la gente no tiene de qué vivir
.
En el municipio de Churumuco no todos son pescadores, hay algunos pequeños ganaderos y otros agricultores que casi nunca recogen nada porque sólo obtienen algo de cosecha cada tres o cuatro años, cuando la lluvia es favorable. Es considerado uno de los municipios más marginados, con ninguna posibilidad de desarrollo
, afirmó Montaño.
Explicó que las autoridades reconocen sólo la existencia de 2 mil 500 pescadores de 36 organizaciones, sin embargo, éstos se cuentan por más de 3 mil 500.
El dirigente social entregó a la mesa directiva del Congreso local la solicitud para que se gestionen recursos que permitan crear actividades alternativas y otras formas subsistencia, además de 160 millones de pesos para el mejoramiento de tres mil 400 viviendas, la aplicación de un programa de veda durante dos meses, para lo que se requerían 32 millones de pesos para sostener a los pescadores durante ese tiempo.