La noche más oscura busca promover el principal logro de Obama, señalan republicanos
Sólo hubo una reunión de 45 minutos entre la realizadora, el guionista y el jefe de operaciones especiales del Pentágono para la presentación general del filme, afirma funcionario
Martes 22 de enero de 2013, p. 9
Washington, 19 de enero. La polémica sobre la ayuda aportada por la administración Obama al filme La noche más oscura tiene raíces en la larga historia de vínculos entre el Pentágono y Hollywood, sospechoso de jugar como agente de influencia del Ejército de estados Unidos.
El ministerio de Defensa ha sido acusado por los republicanos de haber confiado algunos secretos de Estado a Kathryn Bigelow, directora del filme que trata sobre la caza de Osama Bin Laden, para promover el principal logro del presidente Barack Obama en la lucha contra Al Qaeda.
Sin embargo, a excepción de una reunión de 45 minutos entre la directora, su guionista y el jefe de operaciones especiales del Pentágono, Michael Vickers, para una presentación general
del filme, no contó con la colaboración del Pentágono, aseguró Phil Strub, responsable de la oficina del departamento de Defensa, que se encarga de relaciones con la industria cinematográfica, a diferencia de muchas otras películas y series de televisión producidas cada año.
Strub explicó que cuando un productor recurre al Pentágono para conseguir apoyo para una película se le pide que envíe el guión y lo que espera
del ministerio.
A menudo se trata de apoyo técnico para aportar realismo a un personaje o a una escena, o para que el Pentágono facilite el acceso a instalaciones militares o proporcione tanques, aviones o barcos necesarios para la película.
Esta ayuda no es gratuita. El material es alquilado
y el Pentágono exige el derecho a controlar el guión.
Queremos que los actores que encarnan a militares se comporten como nosotros deseamos que los militares se comporten
, justificó Vince Ogilvie, adjunto de Strub.
No hay duda de que el Pentágono colaboró en una película que muestra a un sargento sádico como Nacido para matar, o a un soldado impulsivo e individualista en Vivir al límite, película por la cual Kathryn Bigelow ganó un Óscar.
Este derecho de control alimenta las acusaciones de censura, o al menos de influencia indebida sobre las producciones, lanzadas especialmente por el autor David Robb en su obra Operation Hollywood.
Nos convierten en prostitutas porque quieren que adoptemos su punto de vista. La mayoría de películas sobre el Ejército son publicidades de reclutamiento
, dice en este libro el director Oliver Stone, a quien el Pentágono le negó ayuda para sus filmes Pelotón y Nacido el 4 de julio, sobre la Guerra de Vietnam.
El productor Jerry Bruckheimer sí se ha beneficiado del Pentágono para películas como Pearl Harbor, La caída del Halcón Negro o Top Gun.
Para él, todo se trata de negociación. Si las peticiones del Pentágono afectan la integridad de la película, entonces no lo hacemos (recurrir a la ayuda). Y si los militares piensan que va a afectar su imagen, entonces no cooperan
, explicó, afirmando que hay un margen entre ambas situaciones; por ejemplo, cuando el gobierno pide que se retire del guión el lenguaje grosero en boca de los militares.
Phil Strub afronta las críticas con serenidad: No voy a decir que no intentamos retratar a los militares de la manera que creemos que son en la realidad
, sostuvo, aunque negó todo poder sobre los productores de Hollywood.
En cuanto a la sorprendente decisión de colaborar en películas de superhéroes o extraterrestres, Sturb piensa que refleja la evolución del cine: “Tomamos lo que viene. Películas como Transformers o El hombre araña llegan a un público amplio y joven”. El objetivo principal del Pentágono.