La carencia de profesionales en el tema ocasiona graves deficiencias en la investigación de crímenes
Durante siete años se preparó el proyecto y se revisaron planes de estudio de varios países
Lunes 28 de enero de 2013, p. 13
México no cuenta con suficientes profesionales calificados que reúnan las características científicas para realizar investigación sobre hechos delictuosos. Esta carencia provoca que las pesquisas en el lugar de los hechos y del hallazgo sean deficientes, debido a la falta de rigor científico
.
Por ello, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) creó la licenciatura en ciencia forense –aprobada el viernes pasado por su Consejo Universitario– con la intención de preparar personas que mediante el uso de métodos científicos coordinen investigaciones de diversos delitos.
El profesional preparado en esta carrera (cuya primera generación se estima sea de 30 alumnos, quienes iniciarán cursos el próximo ciclo escolar en agosto) será capaz de coordinar, dirigir y realizar investigación científica de un hecho delictivo con el estudio de material sensible significativo
hallado en lugar de los hechos, la causalidad, la autoría y la víctima.
Los egresados podrán integrar los resultados periciales con base en la cadena de custodia –que comprende el proceso de identificación, ubicación, fijación, levantamiento, embalaje, etiquetado, traslado, estudio y análisis del material encontrado en la escena del crimen– y dar fundamento científico y jurídico, con una visión multi e interdisciplinaria.
El proyecto de la licenciatura –que llevó siete años de ardua labor para su concreción– incluyó una encuesta entre 422 agentes del Ministerio Público del país, de los cuales 92 por ciento expresaron la necesidad de formar investigadores forenses.
Durante la presentación de esta nueva carrera se argumentó que en México se suscitan miles de delitos y apenas ocho por ciento de las denuncias llegan a desembocar en una averiguación previa y no se alcanza ni tres por ciento de consignaciones.
Se dijo además que el índice delictivo crece cada año: en septiembre de 2011 la Procuraduría General de la República (PGR) registró un millón 690 mil 958 denuncias ante las diferentes agencias del Ministerio Público del país, que incluyen robos (con o sin violencia), lesiones y homicidios (dolosos y culposos) delitos patrimoniales, privación de la libertad, delitos sexuales y contra la salud, entre otros.
La entidad sede de esta carrera será la Facultad de Medicina, y como participantes aparecen las facultades de Derecho, Ciencias, Filosofía y Letras, Química y Sicología, así como el Instituto de Investigaciones Antropológicas. Además se sumarán instancias como el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y el Instituto de Ciencias Forenses.
Enrique Graue, director de la Facultad de Medicina, entidad sede de esta carrera, subrayó que el perfil de estos profesionales se creó a partir de las opiniones de jueces, agentes del Ministerio Público, peritos y miembros de las fuerzas policiacas.
Agregó que se revisaron planes y programas de estudios de universidades de Estados Unidos, Inglaterra, Argentina y Colombia, donde se imparten licenciaturas afines. En México se acudió a las universidades autónomas de Zacatecas y Nuevo León, aunque en éstas la disciplina está más orientada a la criminología que a la investigación forense.
La directora de la Facultad de Ciencias, Rosaura Ruiz, destacó que acontecimientos recientes en la justicia nacional muestran la urgencia de tener este tipo de estudios
, pues se debe evitar la construcción de evidencias y por el contrario, desde el pensamiento científico justificar y mostrar que hay pruebas o no de un delito.
Los requisitos para ingresar son: ser admitido por concurso de selección o por pase reglamentado a las carreras de química, física, matemáticas, biología, derecho, medicina, sicología o filosofía; solicitar la inscripción al comité académico de la licenciatura, presentar exámenes de inglés, conocimientos, sicométricos y de aptitudes, así como una entrevista personal.
La licenciatura constará de ocho semestres y se dividirá en tres fases: la primera (de dos años) de formación básica en la que el alumno adquirirá los conocimientos indispensables que conforman el fundamento científico para su formación en ciencia forense; en la etapa intermedia (un año) los estudiantes desarrollarán destrezas necesarias con orientación a la investigación científica forense, el cambio de actitudes, la conducta ética y la afirmación de sus valores.
En la última fase (un año) los estudiantes pondrán en práctica todas las bases teóricas adquiridas en los primeros seis semestres. Este periodo se desarrollará a través de rotaciones en los servicios que prestan el Instituto de Ciencias Forenses, la Procuraduría del Distrito Federal, el Instituto Nacional de Ciencias Penales, agencias del MP y juzgados.